Debutó el año pasado, en la Región de Magallanes, y los resultados fueron alentadores: el 64% de los alumnos fueron admitidos en el colegio de su preferencia, y el 86% en al menos una de sus opciones.

Pero ahora la prueba será mayor. A fin de mes, el nuevo algoritmo para definir los cupos en colegios públicos y subvencionados —en reemplazo de la tómbola y otros sistemas— será estrenado en las regiones de Tarapacá, Coquimbo, O’Higgins y Los Lagos.

La herramienta fue creada por un grupo de matemáticos del Núcleo Milenio ICR y el Instituto Milenio MIPP, ambos de la Universidad de Chile, y está basada en el sistema que se ha aplicado en escuelas públicas de Boston, Nueva York, Holanda y Finlandia.

El método funciona así:_cada alumno debe inscribir los diez colegios de su preferencia y el algoritmo intenta que todos ellos obtengan la opción más cercana a su primera elección. Para eso hay una serie de preferencias establecidas por la nueva Ley de Inclusión Escolar._La prioridad para un cupo la tendrán, primero, los estudiantes que tengan un hermano en el colegio; segundo, los estudiantes prioritarios por temas financieros (hasta un 15% de la matrícula); tercero, los hijos de funcionarios;_y por último, los ex alumnos del establecimiento. El resto es azar.