En una audiencia privada, esta semana, el Papa Francisco confidenció  a los obispos chilenos que llegaría a Chile y Perú en 2018. Fue durante la visita ad limina de los obispos chilenos al pontífice.

Terminada la cita, el cardenal chileno Ricardo Ezzati se restó de hablar de plazos y países a los que llegaría Bergoglio. Sin embargo, monseñor Galo Fernández, no se aguantó: “El mismo Papa ha estado empezando a postular una nueva idea, que es armar un viaje Perú-Chile”,  Y añadió que “la ruta Argentina, Uruguay, Chile podría llegar a ser muy extensa”.

A Francisco  ya no le agrada viajar, tiene 80 años. Y no quiere hacerlo a Argentina. Con el presidente Mauricio Macri ha tenido divergencias por su apoyo al aborto y al matrimonio igualitario. Además, lo considera demasiado liberal frente a la pobreza en Argentina.

El obispo Fernández reveló a la prensa algo que el Papa les confió en secreto, aseguran fuentes en la Santa Sede. Ni siquiera el Vaticano comunicó  esta noticia oficialmente.

En Argentina los católicos no están contentos. Su Papa los plantó y se enteraron por boca de un obispo chileno.