Por Qué Pasa Noviembre 20, 2015

El diputado Jaime Bellolio cumplirá 35 años en las próximas semanas. Desde el interior de la UDI ha insistido en la necesidad de reimpulsar y renovar un partido que por estos días enfrenta lo que se ha denominado el llamado a retiro de sus principales “coroneles”. Jovino Novoa enfrenta un juicio abreviado por la arista Penta, Andrés Chadwick figura como principal líder del “piñerismo”, y Pablo Longueira está lejos de la actividad partidaria.

—¿Cómo evalúa el momento de la UDI?
—La política y la centroderecha están en un momento crítico. Y la UDI también lo está. Es urgente que la UDI deje de vivir de las glorias pasadas, y pasemos a no solamente defender lo que fue, sino que a proponer lo que queremos que sea. Y eso se hace con una renovación de ideas. Se hace con respuestas a los problemas antiguos, pero con respuestas nuevas. Es no sentirse incómodo con el Chile de hoy, sino que sentirse incómodo con las injusticias del Chile de hoy. Y, claro, a veces es más fácil ser oposición, porque al frente hay una cuestión muy radical.

—¿Usted y el grupo de diputados jóvenes apoyan la candidatura de José Antonio Kast?
—Estamos con José Antonio Kast, entre otras cosas, porque la UDI necesita un candidato presidencial para ofrecer esta alternativa de futuro. Y lo que hizo él es una cuestión que es bien transformadora en política: sacar la prioridad de los políticos y poner la prioridad de las personas. Eso es parte del cambio de la fórmula del poder, donde hoy la ciudadanía no sólo quiere participar del producto final, sino que quiere participar del proceso. Nosotros tenemos que ofrecerle a Chile un modelo para armar. Por ejemplo, en el tema de la Constitución, es obvio que cambiarla no es prioridad para ninguno de los ciudadanos, pero eso no significa que tú no tengas que tener una propuesta de modificación a la Constitución.

—Junto a otros diputados impusieron en la UDI la postura de apoyar una comisión de Constitución que analice cambios...
—El sentido común nos indica que hay diferencias entre la Asamblea Constituyente y la página en blanco versus tener una propuesta en sí de una reforma a la Constitución, que siempre es atendible y posible. Porque uno no tiene por qué estar diciendo: todo es inmodificable, todo ya está. Al revés, creo que el antídoto al estatismo de la izquierda es la descentralización. Y eso perfectamente puede estar en la Constitución.

—¿Qué pasará en la UDI con las personas que opten por apoyar a Piñera en una eventual primaria?
—No creo en los partidos estalinistas, y completamente homogéneos. Por ello, me parece legítimo que haya algunos parlamentarios que digan que la mejor opción es Piñera. Pero si como UDI decidimos ir con un candidato propio, espero que también lo apoyen. Podrán hacerlo con poquita gana, digamos, pero esto no tiene que tener una orden de partido. En todo caso, es bastante mayoritario en la UDI que necesitamos un candidato propio y presentarlo en una primaria. Quiero que la UDI tenga su propio proyecto y que sea capaz de ofrecer una alternativa.

—En abril del próximo año culmina el mandato extraordinario de Hernán Larraín, ¿quién debe encabezar la nueva directiva?
—Tenemos que hacer la reinscripción de los militantes, porque vamos a hacer la elección por un militante, un voto. Eso tiene que ser así. Existe la posibilidad de que Hernán Larraín siga hasta después de las elecciones municipales, pero eso no está acordado todavía. Me parece perfectamente legítimo tanto que algunos le pidan al senador Larraín que siga, como también que si dice no, sigamos ajustados a los tiempos. Y esa elección tiene que ser, espero, con esta perspectiva de futuro.

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