Por Qué Pasa Septiembre 25, 2015

Acostumbrado a la vida al aire libre, a moverse en bicicleta por Santiago y a recorrer el país en motorhome, el arresto domiciliario total que enfrenta Giorgio Martelli desde el 14 de septiembre ha sido un duro golpe para el recaudador de fondos de la campaña de Michelle Bachelet.

El geógrafo, quien es investigado por uso de boletas ideológicamente falsas, infracción a la Ley de Donaciones, simulación de contrato y apropiación indebida entre los años 2009 y 2013, vive en un tercer piso de un pequeño edificio en Avenida Santa María, del cual no puede salir.

Martelli comenta a sus amigos que lo visitan diariamente que se encuentra “de prenatal”, acompañando
a su pareja, quien tiene siete meses de embarazo.

Para hacer ejercicio físico, el ex secretario ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades se compró esta semana —a través de internet— una trotadora, y para ejercitar la mente escribe frases con dibujos, las que ha bautizado como “antiposteos”, además de leer la prensa y escuchar vinilos.

Martelli —quien diariamente espera a sus amigos con café de grano y té en hoja— recibió otro duro golpe esta semana, luego de que el Servicio de Impuestos Internos (SII) interpusiera una querella contra la empresa Asesorías y Negocios, de la cual es el único representante legal.

Hasta ahora, Martelli ha asumido su responsabilidad en los hechos, pero ha precisado que Rodrigo Peñailillo era quien le daba todas las instrucciones, lo que el ex ministro ha negado. Por ello, el ex recaudador no descarta reiterar lo que declaró ante Sabas Chahuán en una próxima entrevista.

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