Tras asumir la presidencia de la UDI, el senador Hernán Larraín sorprendió a los militantes con un nuevo esquema de trabajo. El dirigente ordenó restringir las sesiones del comité estratégico de comunicaciones que se reunía todos los lunes desde hace años en la sede de avenida Suecia. La instancia partidaria en que tradicionalmente participan los hermanos Gabriel y Carlos Villarroel, además del experto comunicacional Manfredo Mayol, poco a poco se había ido transformando en un poder paralelo a la mesa del partido, al punto que eran numerosos los senadores y diputados, analistas políticos y ex presidentes de la tienda que se disputaban por participar en la reunión donde se debatían los temas de la semana.  Es por esto que Larraín, junto al nuevo secretario general de la UDI Guillermo Ramírez,  resolvieron limitar el comité estratégico, acotando su poder, ya que ahora sólo podrán participar en él analistas comunicacionales convocados por la nueva directiva para funcionar exclusivamente como un ente asesor.