La baja sostenida en las encuestas de la Presidenta Michelle Bachelet y su gobierno, dejó al descubierto un antecendente especialmente preocupante para La Moneda: la precipitada caída que registra la mandataria también en regiones, pese a que siempre fue su sector más duro de respaldo, respecto a Santiago. No sólo eso, a partir de este año, el rechazo a su gestión en regiones supera en algunos puntos al rechazo que se manifiesta en la capital. Según la última encuesta Adimark, en abril presenta un 30% de aprobación en regiones contra un 65% de desaprobación, mientras que en Santiago el apoyo es de un 33% contra un 62% de opiniones negativas.

La explicación detrás de este giro podría encontrarse en las zonas afectadas por catástrofes naturales durante el primer semestre, como es el caso del aluvión en el norte del país o la erupción del volcán Calbuco en el sur.