Por quepasa_admin Abril 23, 2015

Los cercanos a Giorgio Martelli, el hoy cuestionado recaudador de la campaña de Bachelet,  lo cuentan como una especie de vaticinio certero. 

A fines del año pasado, mientras la UDI enfrentaba una compleja situación tras el estallido del caso Penta, que involucraba  a varios dirigentes y parlamentarios, la directiva encabezada por Ernesto Silva envió varios mensajes a La Moneda -en forma privada y pública- pidiendo ayuda,para buscar una salida política. Pero el ministro Rodrigo Peñailillo fue inflexible.

El argumento era que había que aprovechar la debilidad del principal partido de la derecha para aprobar las reformas en el Congreso y fortalecer al gobierno.  El caso Penta también postergó el cambio de gabinete que venían solicitado los presidentes de la Nueva Mayoría. La idea era no cambiar la agenda impuesta por el caso Penta.

Martelli (en la foto) se acercó entonces con un consejo y una advertencia al ministro del Interior: le dijo que el caso que complicaba a la UDI podía crecer y transformarse en algo más, y que era razonable buscar un acuerdo político, pues en cualquier momento podía aparecer un caso que involucrara a personeros de la Nueva Mayoría.  Eso fue lo que sucedió.

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