La tranquila comuna de Machalí, en la VI Región, ha estado en el centro del huracán político desde que se revelaron los millonarios negocios de compra y venta de terrenos que realizaba en la zona el hijo y la nuera de la presidenta Michelle Bachelet, a través de la empresa Caval. El fiscal Luis Toledo, designado para investigar una denuncia sobre una eventual negociación incompatible, se ha centrado en la labor del actual seremi de Vivienda, Wilfredo Valdés, quien ha impulsado desde 2014 un cambio en el plan regulador.
Pero hay otra decisión gubernamental que los vecinos y el alcalde de Machalí esperan con ansias. La posibilidad de que la comuna sea designada sede para la nueva universidad estatal que se anunció en el marco de la reforma educacional. Aysén y O’Higgins serán la dos primeras regiones en tener planteles públicos, para estar operativos el 2017. Esto ha desatado una pugna entre Rancagua, Machalí, San Fernando y Rengo, que esperan ser elegidos para tener la sede central o al menos uno de los campus. La batalla fue tan áspera, que la Comisión Ejecutiva para la Universidad Regional, que preside Luis Riveros, entregó en diciembre su informe final sin pronunciarse sobre la ubicación del plantel, dejando el tema en manos de la mandataria. Ese mismo mes, los diputados de Rancagua protestaron, al ver que, en el proyecto de ley, el gobierno había eliminado el párrafo donde decía que la casa central se ubicaría en esa ciudad.
Aunque se estima que, al menos, el Instituto de Investigación Minero-Metalúrgico podría ubicarse en Machalí, por su cercanía con El Teniente, la decisión es un misterio. Por lo mismo, no dejó de llamar la atención que el arquitecto Sergio Covacevich declarara que la oferta que hizo el 2013 a Caval para comprar los terrenos era para construir “una ciudad universitaria”.
