El jueves 3 de septiembre Nicolás Ibáñez invitó a un grupo de empresarios y políticos a un cóctel en su departamento en San Damián. La idea era debatir junto al historiador inglés Niall Ferguson sobre el devenir del país. La invitación decía: “el encuentro se regirá bajo el sistema Chatham House Rule: los comensales pueden usar la información que allí se debate, pero sin explicitar quién la dijo”. Pero algo falló. Ibáñez dio la bienvenida y se refirió al valor de la libertad. El ex mandatario Ricardo Lagos ahondó sobre por qué la transición en Chile había finalizado bien. Ferguson, en cambio, se explayó sobre educación. Desafió directamente a Fernando Atria a encontrar un lugar donde la gratuidad hubiese aportado a la calidad de la educación. “Pero éste no supo qué contestar”, dice un invitado. Para salir del paso, Atria le preguntó al historiador sobre la estrategia de EE.UU. en Irak, sorprendiendo a las cerca de 60 personas que seguían atentamente el debate.