Las críticas a Michelle Bachelet que hizo Sebastián Piñera en su pasada gira por España fueron muy mal evaluadas por su entorno más cercano. El ex presidente no sólo criticaba a su sucesora fuera de Chile, sino que rompía su estrategia de guardar silencio por un tiempo.

Los dardos apuntaron a  Andrés Chadwick, su único acompañante, por no haberle advertido la presencia de periodistas chilenos, quienes estarían atentos a sus dichos para replicarlos en la prensa nacional. A ello se sumaron declaraciones de parlamentarios de la Alianza, quienes revelaron  gestiones  que habría realizado Piñera para que no suscribieran el acuerdo tributario, lo que también fue mal evaluado.

Estos errores no forzados encendieron una alarma entre sus ex colaboradores. Incluso algunos  plantearon la necesidad de profesionalizar más su equipo. Hoy ninguno de sus asesores más cercanos en palacio -Ignacio Rivadeneira, Carla Munizaga, María Irene Chadwick, Mauricio Lob y Fernanda Otero- trabaja con Piñera ni está cerca de él.