La exclusión del tema indígena en la agenda energética presentada por el ministro Máximo Pacheco provocó críticas entre algunos representantes de los pueblos originarios, cuyas comunidades suelen ser los grupos más impactados con los proyectos eléctricos.

Sin embargo, el ministro ha mantenido una política especial hacia  este asunto e inició una reservada ronda de conversaciones con el mundo indígena. A fines de mayo visitó la Región de la  Araucanía en compañía del intendente Francisco Huenchumilla, reuniéndose con consejeros de la Conadi y dirigentes mapuches para escuchar sus inquietudes respecto al desarrollo de centrales energéticas. El lunes hizo lo mismo al asistir a los talleres de la Fundación Felipe Herrera, que tiene un programa de política indígena. Allí pudo abordar los planes de su cartera con loncos mapuches.

En el entorno del ministro explican que él conoce bien la experiencia de Nueva Zelanda, país en que existe gran integración del mundo indígena e incluso las comunidades terminan siendo socias con participación  en los grandes proyectos eléctricos.

La estrategia de Pacheco es evitar abrir un flanco que trabe los proyectos, ampliando las instancias de participación de las comunidades, y a eso hace referencia cuando habla de asociatividad en su plan energético.