Por quepasa_admin Marzo 20, 2014

El Chino, una novela negra del autor sueco Henning Mankell , es el libro que llevaba en su mano Sebastián Dávalos, el lunes, al hacer su ingreso a La Moneda. El cientista político e hijo mayor de la presidenta Michelle Bachelet asumió ese día sus nuevas funciones como director del área sociocultural de la Presidencia, instancia que coordina la red de fundaciones que tradicionalmente están a cargo de la primera dama.

Se trata de siete fundaciones de derecho privado: Prodemu, Integra, Orquestas Juveniles, Artesanías de Chile, Fundación para la Familia, Tiempos Nuevos y Chilenter, que juntas reciben financiamiento estatal por más de 166 mil millones de pesos al año. La misión de Dávalos será encabezar todas las semanas reuniones de directorio, viajar por el país y designar al director ejecutivo de cada una de ellas. Su cargo es ad honórem y, si lo requiere,  puede pedir chofer, escolta, dos autos y una moto para comitiva.

Pese a las amplias responsabilidades de su oficina, ubicada en el segundo piso del área nororiente del palacio,  al igual que las primeras damas, él no deberá entregar declaración de patrimonio ni intereses. Contraloría General de la República no audita las fundaciones, sino sólo el traspaso de dinero a éstas. Tras una larga batalla, el año pasado se ordenó que las fundaciones hicieran público por transparencia su personal y remuneraciones.

Sólo Integra tiene 15 mil funcionarios y maneja mil jardines infantiles. Para ordenar el área, el gobierno de Piñera diseñó en secreto un proyecto para traspasar las fundaciones a los ministerios relacionados, el cual finalmente no presentó.

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