El norteamericano Alan Friedlander es uno de los mayores expertos en conservación marina del mundo. Ph.D. de la U. de Hawái, ha estudiado las islas del océano Pacífico, y rastreado a cientos de tiburones, el tope de la cadena alimenticia, para medir la salud de sus ecosistemas. Cuando no hay tiburones, es la primera voz de alerta.
Esa fue una de las cosas que notó en Isla de Pascua en 2011, adonde viajó junto a Oceana y National Geographic a filmar un documental y medir la salud de sus aguas respecto a Sala y Gómez, de características similares, pero sin presencia de pesca. “En Isla de Pascua había tres veces menos peces, por la sobreexplotación”, cuenta.
En 2013 decidió ampliar el estudio en Chile, y viajó para hacer un catastro de las islas Desventuradas, en la III Región. El mes pasado utilizó esos datos para un nuevo estudio comparativo, ahora con Juan Fernández. La idea era diagnosticar el peligro en una de las islas pobladas con mayor biodiversidad del Pacífico.
-¿Está amenazada Juan Fernández?
-La isla tiene una pesca sustentable de langostas, pero en las trampas se utilizan peces como carnada, y eso produce un impacto. Todavía es saludable, pero hay que hacer una buena administración pesquera, antes de que suceda lo mismo que en Isla de Pascua. Los montes submarinos han estado muy sobreexplotados por la pesca industrial. También el pez espada. Es muy importante empezar a poner ojo.
-¿Qué evidencia arrojó el estudio?
-Que la cantidad de peces en Juan Fernández es 20% menor que en Desventuradas, y en las especies que se usan como carnada, un 50% menor. Hay mucho menos vidriolas, morena, breca y pampanito que en Desventuradas. En cualquier lugar que tengas pesca, tienes menos peces. Pero, ¿cuán sostenible es esa pesca? Chile debe asegurarse de que sea sostenible.
-¿Qué importancia ecológica tiene la preservación de estas islas?
-Isla de Pascua y Sala Gómez tienen muchas especies endémicas, son muy importantes para el mundo. Y también Juan Fernández, la última parada de los peces del Pacífico antes del continente. Hay especies muy únicas. Y muy frágiles.
