“La dignidad es más importante”. Así ha respondido esta semana Harold Mayne-Nicholls cuando sus amigos le han reprochado cómo había renunciado en unos minutos a una exitosa carrera en la FIFA.

Pero esto no fue lo único que dejó el ex presidente de la ANFP con su drástica decisión: Mayne-Nicholls había sido designado comisionado  (autoridad máxima) de fútbol de los próximos Juegos Olímpicos en en la sede de Cardiff, Gales. El Millenium Stadium de esta nación es donde juega la selección de rugby de Gales y esta vez recibirá a las selecciones de Brasil y Egipto, entre otras. A raíz de esta nominación, dicen desde su entorno, fue que la FIFA dijo a Mayne-Nicholls que para ser confirmado tenía que dar una señal de abuenamiento con el presidente de la ANFP, Sergio Jadue, y con el subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle.

El argumento de la FIFA fue que la importancia del cargo requería tener la venia de la federación y del gobierno de su país.

Pero la condición que le hizo llegar la FIFA sorprendió mucho a Mayne-Nicholls. Así lo ha señalado él mismo luego de llegar el lunes de Europa. Según ha comentado, hubo momentos mucho más tensos con Jadue y la administración de Sebastián Piñera.

Por ello, ha intentado recabar  antecedentes que podrían haber llevado a la acción del organismo internacional. Uno de ellos sería la reciente visita de Nicolás Leoz, a Santiago. El presidente de la Conmebol, por sexto período consecutivo, participó de una serie de actividades oficiales, además de asistir al cumpleaños de Jadue, celebrado en el Estadio Palestino. Lo segundo sería la demanda  de la firma de abogados Bofill Mir y Álvarez Jana en contra de la ANFP  por $1.300 millones, exigiendo el pago del trabajo que realizó en el arbitraje de la Asociación con la marca Forum, representante de Brooks en Chile.