Por quepasa_admin Junio 9, 2011

En la última semana, un nombre ha llamado la atención en las cartas del lector de El Mercurio, defendiendo el matrimonio homosexual: Juan Pablo Mañalich, el hijo mayor del ministro de Salud,  Jaime Mañalich. A través de varias misivas que se han convertido en comentario obligado en diversos sectores, ha sostenido una discusión jurídica y filosófica con el abogado Joaquín Ugarte Vial. "Estoy a favor del matrimonio homosexual simplemente porque ninguna de las razones que se esgrimen en contrario me parece admisible", dice Mañalich (casado, 31 años, abogado ). Y añade: "En último término, si el rechazo apunta a la adopción, entonces esa negativa sólo puede estar fundada en el miedo a la transmisión de la homosexualidad, lo que supone una apreciación negativa sobre esa condición que, obviamente, no comparto".

No es la única diferencia que tiene  el  profesor de Derecho Penal de la Universidad de Chile con gran parte de la derecha. El 12 de marzo de 2010, apenas 24 horas después de que Sebastián Piñera asumiera como Presidente de la República y su padre en la cartera de  Salud, Juan Pablo Mañalich (Doctor en Derecho en Alemania) se dirigió a la sede del Partido Socialista  y se inscribió como militante. Con ese gesto confirmó la adhesión a una postura política que evidenció en 1999, cuando votó por primera vez en una elección presidencial. Su elegido: Ricardo Lagos. "Una razón decisiva por la que voté por Lagos fue lo preocupante que me resultaba que saliera electo un presidente de derecha (Lavín), pero en particular de la UDI, por la inequívoca continuidad que representa respecto del proyecto político de la dictadura", dice Mañalich.

En la siguiente contienda votó por Michelle Bachelet y en la última elección por Jorge Arrate en primera vuelta  y, en segunda, por Eduardo Frei.

La de esta semana, en todo caso, es la segunda discusión que sostiene por la prensa. Años atrás discrepó -también a través de cartas- con Pablo Rodríguez Grez, ex abogado de Pinochet. El tema: la prisión preventiva. Según Mañalich, la idea de que lo normal sea que un imputado esté en la cárcel mientras dura su juicio "es incompatible con el estado de derecho".

El abogado, además, es contrario a HidroAysén: "El problema de fondo  no puede reducirse a si una central se construye o no en un lugar. El punto es si la política energética puede quedar entregada a la iniciativa de privados".

Otra de sus batallas es la educación pública. Hace dos semanas marchó en la primera convocatoria de los estudiantes. "Que las universidades sean públicas no sólo pasa por su trayectoria y  su misión; también por su financiamiento", dice.

Respecto del aborto, piensa que tendría que ser entendido como un derecho de la mujer. "El problema no es simplemente despenalizarlo, con lo que estoy de acuerdo, sino asegurar condiciones para su ejercicio  bajo ciertos requisitos que habría que discutir".

En 2010, Mañalich publicó el libro Terror, Pena y Amnistía, un crudo análisis de la transición chilena desde el punto de vista del derecho.

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