Fijarles metas a los ministros es una fórmula probada. Michelle Bachelet saltó a al ruedo cuando terminó con las colas en los consultorios dentro del plazo fijado por el presidente Lagos. Joaquín Lavín, por su parte, se ubicó entre los ministros destacados del actual gobierno cuando logró en tiempo récord cumplir la demanda de Piñera: que los 25 mil niños que estaban fuera de las aulas debido al terremoto volvieran a clases el 26 de abril.

Pero para el secretario de Estado ése sólo fue el comienzo de una nueva etapa política.

Fuentes del gobierno señalan que un poco antes del 26 de abril, y ya convencido de que cumpliría con el "encargo", el titular de Educación le habría pedido a Piñera que le fijara nuevos plazos. Así, de forma coordinada, el jefe de Estado ya le trazó un nuevo desafío: implementar 15 colegios de excelencia en marzo del 2011, de un total de 50 que deben existir al final del mandato. La capacidad del militante  UDI para adaptarse a las nuevas circunstancias y volver a la primera plana no ha pasado inadvertida en La Moneda: ya se habla de la "reinvención" de Lavín.