Por quepasa_admin Mayo 21, 2010

Han pasado casi 31 años desde que el menor Rodrigo Anfruns Papi fue hallado muerto en un sitio baldío junto a la casa de su abuela, luego de estar desaparecido durante 11 días. Esta semana, el único imputado como autor de ese crimen, Patricio Pincheira Villalobos, decidió querellarse.

Esta acción se suma a la del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que se hizo parte en la investigación, luego de que en abril la Corte de Apelaciones decretara, por tercera vez, la reapertura del caso.

Pincheira -que en la época del crimen era menor de edad y se lo llamó P.P.V. para resguardar su identidad- le pidió a su abogado, José Pedro Mayol (de Montero & Mayol), que lo represente en la querella que interpondrá contra todos los que resulten responsables de su inculpación y del maltrato al que fue expuesto mientras estuvo arrestado en el cuartel de la Policía de Investigaciones, en junio de 1979.

Tanto en esa época como hoy, Pincheira ha sostenido su inocencia. Hasta ahora, dice, no se había animado a realizar acciones concretas por temor a posibles represalias contra él y su familia.

La familia de Anfruns jamás creyó la versión que entregó la justicia en esa época: que Pincheira estaba jugando con Rodrigo la tarde del domingo 3 de junio y que por un impulso repentino, lo mató. Para los Anfruns la explicación era y sigue siendo inverosímil, porque en el sitio donde apareció el cuerpo del niño buscaron cuidadosamente con perros adiestrados, sin hallar rastros del menor. Además, los informes forenses consignaron una data de muerte de no más de 72 horas.

El ex carabinero Jorge Rodríguez, que estuvo a cargo de la búsqueda en 1979, confesó en 2003 a la madre de Rodrigo que vio desde su automóvil a funcionarios de Investigaciones que depositaron el cuerpo de Rodrigo, la madrugada del 14 de junio. Este testimonio permitió la reapertura de la causa.

La tesis que maneja el abogado de la familia Anfruns, Roberto Celedón, es que el entonces director de la Policía de Investigaciones, general Ernesto Baeza Michelsen -quien murió el 4 de octubre de 2008- ordenó el secuestro de Rodrigo para amedrentar a un tío político del niño, el capitán de Ejército Luis Iracabal Lobos, con quien tenía desavenencias en un negocio que los involucraba. La indolencia de Iracabal habría precipitado la muerte del niño.

El abogado del CDE a cargo del caso Anfruns, Estanislao Duffei, realiza un exhaustivo análisis del expediente. El profesional aclara que el CDE se involucró en el caso por tratarse de un hecho de conmoción pública y que se ha enfocado a determinar si hubo obstrucción a la justicia y quiénes fueron los posibles responsables.

(Por Soledad Pino).

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