Hasta el 10 de marzo pasado, cuando declaró por primera vez como inculpado en el caso Mirage, el ex ministro de Defensa Patricio Rojas recibía asesoría legal de manera informal en el estudio Puga & Ortiz. Sin embargo, tras su último interrogatorio ante el magistrado Omar Astudillo y frente al nuevo escenario judicial que se abriría  para él, el penalista de dicho bufete Luis Arévalo asumiría como su abogado en la investigación sobre el pago de comisiones ilícitas por US$15 millones que se efectuó durante la adquisición de los 25 aviones belgas, en 1994. Rojas  y Arévalo se conocieron como militantes DC, pero su vínculo se estrechó durante  el gobierno de Patricio Aylwin, pues Arévalo ofició de enlace entre  esa administración y el Ejército para abordar juicios de derechos humanos.