Andrés Fazio, con un 6,2% de las acciones, es uno de los accionistas importantes de Cruzados SADP. De hecho, en el consejo del miércoles, fue confirmado como uno de los once directores.

Su historia como dirigente es conocida. Fue parte de la rama de fútbol de Universidad Católica a comienzos de los 90, y años más tarde presidió la Federación de Tenis, entre 2001 y 2005. Es muy cercano a Horacio de la Peña y durante su gestión Chile consiguió medallas de oro olímpicas y regresar al Grupo Mundial de la Copa Davis. Luego de su salida, regresó a su faceta de empresario como socio de Chile.com y presidente ejecutivo de RCL, firma que distribuye marcas como Samsung.

Varios años antes, sin embargo, otro Fazio había navegado en las turbulentas aguas de la dirigencia futbolística. Se trata de Rafael, hermano de Andrés (ambos no son cercanos). Ocurrió a fines de los 90, cuando aquél -que era tesorero de la Corfuch- pretendió arrebatarle la presidencia al polémico René Orozco. En 1998, Rafael Fazio formalizó su propuesta, prometiendo un estadio al equipo laico para 45 mil personas, y que costaría US$ 53 millones. En las elecciones de abril de ese año, perdió con el 29,8%, frente al 70,1% que obtuvo el doctor. Un año después, el mismo Orozco cambió los estatutos y se estableció que para ser presidente de la Corfuch era obligatorio ser egresado de la Universidad de Chile. Como Fazio no lo era, no tuvo otra opción que desaparecer. En la Corfuch, nadie supo más de él. Un ex dirigente recuerda que tuvo algunas sociedades con Jorge Socías y que también estuvo metido en el rubro gastronómico con participación en lugares como los restaurantes Don Carlos, el Papala'Pasta de Avenida El Bosque y el Café Santos.