El viernes 23, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dejó La Moneda más temprano de lo acostumbrado. A las 8 p.m. llegó a la nueva sinagoga del Círculo Israelita de Santiago, situada en la calle Comandante Malbec, en Lo Barnechea. La ceremonia ya había comenzado. A pesar de que el secretario de Estado entró sigilosamente y se ubicó en los asientos traseros del recinto -y no en la primera fila, donde acostumbran sentarse las autoridades-, su presencia no pasó inadvertida ante la concurrida ceremonia del Sabbat. Muchos de los presentes dirigieron su mirada hacia el jefe de gabinete, que estaba acompañado de su familia y de su mejor amigo, el abogado Andrés Jana. El rabino Eduardo Waingortin, a cargo del servicio religioso del templo más importante de la comunidad judía nacional, también se dio cuenta de la llegada de la visita ilustre. De hecho, durante el oficio le dedicó unas sentidas palabras. "Rodrigo, estamos muy orgullosos de ti...", le dijo el religioso, ante la mirada de la audiencia, entre los que se encontraban el gerente general de El Mercurio, Jonny Kulka, y el abogado Gabriel Zaliasnik.