La carta que José Ribeiro, director de Lloyd's, envió a las compañías de seguros que trabajaban con ellos fue clara: había que dar prioridad a los pagos relacionados con el terremoto en Chile. Luego de la catástrofe del 27 de febrero, un barco vinculado a esa sociedad de clasificación de riesgos hizo noticia: el granelero "Laurel" (en la foto), propiedad de la Naviera Chilena del Pacífico S.A. -cuyo directorio preside Pablo Simián-, impactó con su quilla a un galpón en el astillero de Asmar, en Talcahuano. El barco, de 175 m de eslora y cuyo costo bordea los US$ 7,5 millones, sufrió graves daños. Sin embargo, un seguro comprometido con una aseguradora miembro de Lloyd's cubrirá cerca del 70% del valor de la nave. Y ahí está el nexo con el Titanic. Porque Lloyd's  fue la compañía encargada de entregar cobertura al barco inglés que se hundió en 1912.