Los eternos rivales de la Bolsa vuelven a encontrarse. LarrainVial y Celfin compiten codo a codo para quedarse con una de las operaciones más codiciadas del 2010: la entrada de los armadores alemanes a la propiedad de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV).

La transacción, acordada entre la firma naviera y los germanos encabezados por Jochen Döhle en mayo pasado, contempla el desembolso de US$ 360 millones para capitalizar la compañía. Ambos bancos de inversión quieren ser los asesores del negocio. Es tal el interés que incluso han sido los propios presidentes de estas entidades -Juan Andrés Camus, de Celfin (arriba en la foto),  y Leonidas Vial, por LarrainVial (foto de abajo)- quienes llevan las negociaciones con el grupo Claro. Hasta ahora, Celfin corre con ventaja. Este banco llevó a cabo el último aumento de capital de la firma. Sin contar que, además, Camus es director de la CSAV.

Pero Leonidas Vial tiene su carta bajo la manga y también quiere quedarse con la transacción: el empresario mantiene un porcentaje importante en la propiedad de la empresa, el que adquirió en 2005 cuando el grupo Angelini vendió el 18,4% de la firma.

Más allá de los honorarios que puedan recibir los bancos de inversión por el ingreso de los armadores, su interés radica en que quien se quede con el negocio será probablemente el mismo banco que luego asesorará a los alemanes si éstos deciden vender su parte, lo que ocurriría una vez que la compañía esté saneada y que las acciones hayan subido. Eso, sin contar que una eventual venta del total de la compañía no ha sido descartada por el mercado.