Por quepasa_admin Noviembre 14, 2009

La sorpresiva salida de la familia Bemberg de la propiedad de La Polar, ocurrida esta semana, fue en realidad una decisión que los miembros del clan argentino ya venían analizando desde hace algunos meses. ¿La razón? Los ex controladores de Quilmes no se sentían cómodos con la forma en que la compañía estaba abordando su plan de expansión y mantenían diferencias de visión con el resto de los directores, según indicó un cercano al directorio. Mientras la mesa directiva apostaba por la salida internacional, los Bemberg -que ingresaron a la propiedad en 2006- creían que primero había que consolidar su posición en Chile.

Tras la salida en junio de Norberto Morita y Raúl Sotomayor -del fondo de inversión Southern Cross- de la presidencia y la vicepresidencia, respectivamente, el directorio encabezado por el académico Andrés Ibáñez y por Heriberto Urzúa dio señales claras de querer crecer internacionalmente. De hecho, a pocos días de la renuncia de Morita y Sotomayor, La Polar suscribió un contrato con opción de compra de un inmueble en el centro comercial Mayor, en Bogotá. Y esta semana, a través de un hecho esencial, la compañía informó la creación de una filial internacional para abordar la expansión. Esto, justamente, habría sido la gota que rebasó el vaso para los Bemberg, pues la decisión de salir de Chile implicaba una inversión cuantiosa y sin retorno en el corto plazo. Ello, sumado a un cierto deterioro en la posición de la compañía tras la fallida fusión con Supermercados del Sur, gatilló la rápida salida de La Polar de una de las familias más adineradas de Argentina, y el mayor accionista individual de la firma de retail.

El miércoles de esta semana se remató el 10,8% que los trasandinos poseían en la cadena de multitiendas. El porcentaje fue subastado por la corredora LarrainVial, la misma que finalmente se adjudicó el porcentaje, presumiblemente por orden de fondos internacionales. Los nuevos inversionistas tendrán derecho a un representante en la mesa de la compañía. Luego de la salida de los Bemberg debería producirse la renuncia de Jacques Louis de Montalembert, el hombre de los Bemberg en la mesa.

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