"El coordinador de mi campaña tiene 24 años y considera que ME-O es viejo", comentó Jorge Arrate, el lunes pasado, en el debate presidencial. El aludido, Salvador Muñoz, desde su casa se sonrió. Muñoz tiene una corta, pero intensa vida política. Y el 28 de noviembre pretende dar un paso más: creará un nuevo referente político, el Partido de Izquierda. De madre alemana y papá de la Izquierda Cristiana, Muñoz entró a estudiar Ciencia Política a la UDP en 2005. En el verano del 2006 viajó a Chiapas, México, a seguir los pasos de los zapatistas. Incluso, se entrevistó allí con el subcomandante Marcos. Fue detenido y deportado del país azteca. Pero de ese viaje regresó con la convicción de que había que darle un nuevo impulso a la izquierda.  Ese mismo año ingresó al PS y en agosto del 2008 organizó la toma de la sede del partido. Terminó preso en una comisaría, hasta la cual llegó Arrate para solidarizar con ellos. Estrecharon lazos. Meses después, el actual candidato le pidió a Muñoz que le entregara a Camilo Escalona su carta de renuncia al partido. A los pocos días, Muñoz también dejó el conglomerado socialista.