Tras dos semanas de intenso movimiento, las empresas que financian la operación de Chile Transparente han seguido con atención la polémica surgida en el capítulo chileno de la ONG. Y no es para menos: cerca del 70% de los fondos con los que funciona la entidad que preside Karen Poniachik proviene de privados. Dentro de ellos, hay 15 empresas: la mayoría son grandes firmas, vinculadas a importantes grupos económicos.

De los $ 188 millones que la organización recibió como donaciones o ventas de servicios en 2008, un 40% fueron recursos aportados por ocho compañías, entre las cuales destacan CMPC, Chiletabacos, Derco y VTR. Estas empresas son consideradas "miembros cooperadores", ya que además de entregar una cantidad anual que fluctúa entre las 600 UF y las 1.250 UF son los colaboradores más antiguos de la entidad. Esto explica, por ejemplo, que entre los socios de Chile Transparente esté Patricia Matte (cuya familia controla la Papelera), quien además estuvo en la directiva anterior, y José Luis del Río (Dersa).

Otra categoría de donantes son las "entidades benefactoras", que incluyen a Sudamericana de Vapores, Banco de Chile y Consorcio, que el año pasado entregaron $ 39 millones para llevar adelante el programa "Educación Valórica Ciudadana". También están las que cooperan en un proyecto en particular. El año pasado, AntarChile, Banco Santander, CCU y Falabella entregaron $ 22 millones para "un seguimiento" de la tramitación de la Agenda de Probidad.