Por Ana María Sanhueza Octubre 23, 2014

© Ricardo Cuevas

Verónica Abud, profesora básica de la UC y directora de la Fundación La Fuente, que fomenta la lectura infantil, ha sido una de las voces que han insistido en que la prioridad de la educación chilena no debe estar en el ingreso a la universidad, sino que debiera enfocarse en los primeros ocho años de vida de los niños, que parten en el sistema preescolar. Abud lleva más de 20 años armando bibliotecas y fue jefa de la División de Educación General Básica del Mineduc en el gobierno de Piñera.

-¿Por qué cree que se deben concentrar los esfuerzos en la primera infancia?
-Si queremos un mejor futuro para los niños, la primera infancia y primer ciclo básico son la prioridad. Hay que cambiar el diseño de nuestro sistema educacional, lo demás se dará por añadidura. Una muestra son los resultados del Simce de los cuartos básicos del año pasado: el 46 % de los niños no tiene el nivel de Lectura y de Matemáticas que requiere el éxito hacia arriba. Ya están cojos. Esas son señales que vienen desde hace muchos años.

-¿Qué es lo clave de esa etapa?
-Se ha descubierto que el desarrollo de la capacidad cognitiva de los niños se juega en sus primeros años. Es en esas edades donde se hacen las sinapsis que dejan las conexiones para el futuro conocimiento. Desde el punto de vista de la política pública y en lo pedagógico, no se puede desconocer eso.

-¿Piensa que históricamente no se ha tomado en cuenta?
-Si tuviéramos tan claro que todo se juega entre los 0 y los 8 años, ¿por qué no hacemos algo? Hoy los niños tienen un nivel tan básico que después no se puede construir sobre eso. Esa es una realidad, no una opinión. Estamos en un sistema educacional basado en la Revolución Industrial del siglo pasado y preparando niños que el 2016 van a estar dentro de ese mismo sistema. Este busca lo que los adultos quieren que les pase a los niños, pero no se fijan en que el niño debe ser el centro de lo que él necesita para desarrollarse. Yo he sido muy categórica en esa mirada.

-¿Cuál es el cambio de mirada?
-Hoy frente a un problema, lo primero que se piensa es qué necesita el profesor para que un niño aprenda. Lo que deberíamos decir es qué requiere ese niño para que el profesor sea capaz de enseñarle. Si tú tienes una sala de clases y ese niño viene privado de lenguaje, no puedo pasar el currículo del Ministerio de Educación, sino que tengo que partir por nivelarlo.

-Usted también ha sido crítica de la segmentación.
-¿Por qué los niños tienen que estar segmentados? Esta es la hora de lenguaje, esta, la de matemáticas. Si los niños a esa edad viven en un desorden natural, ¿por qué hay que ordenarlo? Cuando a un niño lo pones a jugar, no hace las cosas paso por paso. Esa es su forma de aprender. Hay niños que aprenden saltando, otros jugando. Pero acá el profesor es el que decide cómo hacerlo: no es capaz de mirar y conocer a ese niño en su plenitud para buscar las mejores estrategias de aprendizaje. ¿Cómo se entiende que un niño de prekínder esté sentado en una silla y con un profesor delante?

-Hoy el kínder es obligatorio...
-Es muy bueno que lo sea, pero los niños entran a un sistema escolar cuando aún no debieran hacerlo. Se les pone uniforme, entran a las 7.45 a.m. y ¡les dan tareas! ¿Por qué hay que tener a los niños separados por edades si podríamos tener a los de 4 y 5 años juntos en torno a un proyecto?

-¿Cómo es la experiencia afuera?
-El país que más ha avanzado para levantar un sistema innovador es Alemania. Tiene  menos clases y más talleres. En niveles avanzados, de sexto hacia arriba, tienen cinco horas máximo de clases y el resto es una educación informal. Porque el conocimiento está en todas partes. Es un bien social: si tú a ese niño le das una base y le enseñas a buscar, le despiertas la curiosidad. El  sistema escolar chileno tiene poco de eso.

-¿Cómo vislumbra el ingreso de estos niños a la universidad?
-Es el tema de fondo: estos niños que no saben leer bien, ingresan a la universidad con un déficit acumulado. Y las oportunidades que podrían haber tenido con la mejora al sistema, no las podrán aprovechar. A ellos les cortaste las alas. Eso está demostrado científicamente. Hoy las universidades gastan muchos recursos intentando equiparar lo que los niños deberían haber sabido. Hay mucho fracaso y deserción del sistema universitario.

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