Por quepasa_admin Octubre 23, 2014

• ESTATALES

Ennio Vivaldi, Universidad de Chile

La educación pública es la expresión de la voluntad de un país de otorgar a todos los niños y jóvenes el derecho a desarrollar sus talentos y vocaciones, así como de incorporarlos a la sociedad en condición de ciudadanos que valoran la democracia, la libertad y el respeto por la diversidad. En consecuencia, la educación pública es una institución fundamental para la integración y la identidad de una nación. El subconjunto de universidades que tienen como único compromiso cumplir con la misión de servir al desarrollo cultural y económico del país son las universidades estatales. Esto lo demuestra elocuentemente la historia de Chile, tanto por los logros de las universidades estatales, cuando las hubo, como por las distorsiones generadas cuando se las obliga a financiarse como si fueran privadas. Puede que continuar atados a ese legado sea temporalmente conveniente para algunos, pero lo que está en discusión hoy no es el asunto financiero de cuáles universidades deben recibir más o menos fondos. Es si podremos discutir libremente si queremos o no tener universidades estatales.

 

Aldo Valle, Universidad de Valparaíso

Las diferencias entre universidades estatales y las que no lo son radican en su estructura, régimen jurídico, así como en su misión y propósito. Entre el Estado y sus universidades no puede haber la misma relación que con oferentes privados. En consecuencia, el Estado no discrimina cuando financia de un modo distinto a las universidades, según sea la propiedad.

Así nadie afirmaría razonablemente que el Estado discrimina cuando financia a los hospitales públicos y no a las clínicas privadas, no obstante que ambas prestan servicios en salud al público.

Lo anterior es concluyente, además, porque para que haya discriminación debe haber una igualdad que claramente no existe entre las universidades -sean estatales o no- salvo que para eliminar esas diferencias todas estén dispuestas a someterse al mismo régimen jurídico, es decir, al Estatuto Administrativo, al Mercado de Compras Públicas, a la Contraloría General de la República y al Consejo de Transparencia.

 

Álvaro Rojas, Universidad de Talca

Cuando el Estado anunció un trato preferencial y mayores recursos a instituciones que le son propias, volvió a asumir una responsabilidad de la que se había alejado por casi 3 décadas. Luego de crear estas universidades -cuya orgánica es de naturaleza pública-, fue desligándose del rol que le es propio, obligándolas a competir en un mercado altamente desregulado. Este cambio más que un castigo a otras instituciones, significa reasumir la tuición y responsabilidad de un conjunto de universidades a las que dejó de brindarles los fondos necesarios para su desarrollo.

Es importante subrayar que ser una “Universidad del Estado” es una definición jurídica que va más allá de recibir financiamiento de las arcas fiscales: significa compartir la visión y objetivos que el país tiene de una política de Estado. 

Las universidades estatales están en Chile en espacios donde las oportunidades no transitan, en regiones que viven complejas realidades a causa de desarrollos postergados, alto desempleo y poca diversidad productiva, por lo que tienen un rol de desarrollo social que otras no asumen, por regirse bajo criterios de mercado, u obedecer a otros intereses particulares.


• PÚBLICAS NO ESTATALES

Ignacio Sánchez, Universidad Católica

En nuestro país, la educación superior pública no estatal tiene más de un siglo de tradición y de entrega de bienes para el desarrollo de Chile. Esta función no se relaciona con la naturaleza jurídica o estructura de propiedad, sino con el aporte en la formación de personas integrales y con la investigación y creación de nuevo conocimiento en las áreas del saber para beneficio de la sociedad. Las instituciones del G9 destacan por su calidad, función pública e identidad en el medio regional y nacional. Contamos con el 40% de la matrícula de pregrado del Cruch, el mayor promedio de acreditación y más del 70% de los proyectos de transferencia tecnológica, patentes y licenciamientos, lo que es clave para el desarrollo del país.

Por esto, solicitamos un trato justo de parte del Estado que debe manifestarse en un apoyo a todas las instituciones que aportan a Chile a través de la entrega de bienes públicos. Se debe considerar especialmente a las universidades regionales con menores recursos y estimular la investigación, a través de la cual se llevará al país por el camino del desarrollo integral y sustentable.

 

 

Sergio Lavanchy, Universidad de Concepción

El Consejo de Rectores lo integran 25 universidades, 16 estatales y 9 -que sin pertenecer al Estado- se definen por historia, compromiso, vocación y acción de servicio público, como universidades públicas no estatales (Red G9). Estas nueve universidades, ocho en regiones, representan en el pregrado y postgrado más del 40% de la matrícula del Cruch. Sus académicos y graduados de programas de doctorado son aproximadamente un 50% del total del Cruch. Desarrollan cerca de la mitad de los proyectos Fondecyt y de las publicaciones indexadas, y el 64% de los proyectos Fondef.

La Universidad de Concepción, primera creada en regiones y tercera en el país, nacida por iniciativa de la comunidad, obtuvo su personalidad jurídica por Decreto Supremo del presidente Juan Luis Sanfuentes. Su carácter público ha sido reconocido desde su creación hace 95 años. Atiende a más de 24.000 alumnos e ingresan cada año 5.000 nuevos, el 86% proveniente de colegios municipales y particulares subvencionados.

Son éstas algunas de las razones por las cuales demandamos del Estado el reconocimiento y trato de universidades públicas.

 

Óscar Galindo, Universidad Austral

El Cruch tiene una estructura diversa, compuesta hoy por 16 universidades estatales y 9 no estatales (3 laicas y 6 católicas). Desde su creación el Estado ha reconocido su función pública y ha financiado a todas sus instituciones, considerando su aporte al desarrollo educacional, científico y cultural, sin hacer distinciones por su naturaleza jurídica. Afectar a las universidades públicas no estatales significa no reconocer el aporte que han realizado a la descentralización del país. La mayor parte se ubica en regiones (8 de 9), producto de un sistema que históricamente limitó un desarrollo universitario territorialmente equilibrado. ¿Se puede entender el sistema universitario al sur del Biobío sin el aporte de la U. de Concepción o de la U. Austral de Chile? En la Región de los Ríos, además, la única institución del Cruch es la UACH, la que juega un rol fundamental en la implementación de múltiples políticas públicas y de vinculación con la comunidad local. Un trato inadecuado tiene impacto en la región en su conjunto.

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