Por Diego Zúñiga Diciembre 19, 2012

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No es necesario que filme aún esa imagen, pero ya está ahí, uno la puede imaginar, uno sabe que será un comienzo brillante, que nos dará escalofríos, que nos golpeará ver a ese mono muerto flotando en el río.

Lucrecia Martel aún no filma esa imagen con la que comienza Zama, la novela del argentino Antonio Di Benedetto que decidió adaptar, pero ya estamos seguros de que, si todo sale bien, será una de las mejores películas del 2014. Sí. Tenemos que esperar todavía, pues recién terminó el guión y filmará este 2013, y recién el 2014, entonces, podremos ir a ver la adaptación de esa novela que tanto le gustaba a Roberto Bolaño.

No la tiene fácil, eso sí, Martel: Di Benedetto escribió una novela compleja, ambientada en el siglo XVIII, en Asunción del Paraguay, con un lenguaje particular y hermoso, que cuenta la historia de un hombre que espera. De un funcionario de la corona que espera irse de donde está, que espera que su vida cambie.

No es fácil por la atmósfera, por las palabras, por el tono onírico del relato. Pero confiamos en Lucrecia Martel. Porque si no confiáramos en ella -cuando ya han pasado más de cinco años desde su última película-, pues significa que todo está perdido, y que en realidad no deberíamos esperar nada de nadie.

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