Por Romina Cannoni Agosto 4, 2011

Si se hiciera un listado con lugares destacados de Chile, es muy probable que  éste estuviera encabezado por la cordillera de los Andes. No por nada sus cientos de kilómetros nevados se han ganado la fama de ser el destino principal para la práctica de los deportes invernales en todo el hemisferio sur. Aunque el esquí, el snowboard y el eslalon son los preferidos, las alternativas que ofrece la montaña son más variadas y entre ellas resalta el heliski. Aunque se practica desde fines de los 80, recién en los últimos años se ha vuelto masivo. Y es que a pesar de sus mayores costos, la adrenalina que brinda a quienes lo practican es incomparable.

La Parva es uno de los lugares que ofrecen esta forma de disfrutar la nieve. "Tenemos rutas con distintos grados de dificultad, que aseguran una experiencia increíble y segura", señala Thomas Grob, gerente general del centro de esquí. Para ello cuentan con un helicóptero nuevo, además de guías certificados. "Este año sumamos a Scott Raynor, dueño de Valdez Heli-Ski Guides de Alaska, como guía jefe", cuenta Grob.

En La Parva los descensos fluctúan entre los 2.000 y 1.500 metros de desnivel, con programas que incluyen de dos a seis bajadas, con precios que parten en US$ 950 por persona, por un set de fotos, video, el ascenso en helicóptero y almuerzo.

Tierra del Fuego, específicamente la cordillera de Darwin, es otro de los destinos preferidos para esta práctica. El sitio www.heliskichile.com muestra la oferta de rutas y programas, los que van desde US$ 10.000 por persona e incluyen una semana de alojamiento, comidas y paseos en helicóptero.

Esta temporada trae novedades gracias a la inauguración del que será uno de los centros privados de heliski más exclusivos y grandes del mundo.  Se trata del Puma Lodge, ubicado en Machalí (Sexta Región), el que contará con más de 30 mil metros verticales y ofrecerá programas que costarán desde US$ 7.000 hasta US$ 14.000 por persona.

Las otras alternativas

El randonnée es un deporte popular en Europa y ha ido ganando adeptos en Chile, gracias a que se puede practicar en cualquier lugar donde haya nieve. Esta disciplina implica subir caminando por la montaña, para luego descender esquiando, en una especie de mezcla entre el trekking y el esquí tradicional.

La principal característica del randonnée es que usa esquíes normales y zapatos modificados que permiten subir cerros y caminar por valles y laderas. Los expertos recomiendan hacer un curso previo, los que están disponibles en la Federación de Andinismo de Chile, Escuela Nacional de Montaña y la Corporación de Capacitación de la federación.

Sólo en la cordillera central de Chile existen cientos de lugares para practicar randonnée. Uno de los más famosos es el Centro de Esquí El Arpa, desde el cual se puede disfrutar toda la majestuosidad del Aconcagua, en un tramo que demora entre cuatro y seis horas. Los precios son mucho más accesibles: 15 dólares por persona.

Más al sur, destacan volcanes como el Villarrica y el Llanquihue, así como el Centro de Esquí Corralco, en las faldas del volcán Lonquimay.

A diferencia del randonnée, el esquí nórdico sí puede ser practicado por personas que no saben esquiar, pues la idea es caminar y pasear. Aquí se usa un equipo especial, pues los esquíes son más angostos, las botas son distintas y los bastones más largos, para ayudar en la caminata.

Y si de caminar se trata, el ice trekking y las travesías por glaciares son lo último en aventura sobre nieve. "Es muy distinto si se habla de escalada o caminatas en situaciones muy extremas. Aquí estamos hablando de una actividad que la puede realizar cualquier persona, incluso niños", señala Felipe Howard, gerente general de Latitud 90, empresa que organiza y produce este tipo de paseos y excursiones.

Howard recomienda la excursión al ventisquero Exploradores, en la Región de Aysén, o el glaciar Grey, en Torres del Paine. "Son paseos sencillos, para cualquiera que tenga una condición física media".

Perros y motos

Perfectas para que los niños disfruten de la montaña son actividades como los paseos en trineos y en motos de nieve. "Nuestros trineos son tirados por seis perros de raza alaskan malamute,  y tienen capacidad para tres personas: dos adultos y un niño. La idea es compartir en familia un paseo entremedio del bosque", señala Francisco Giner, gerente comercial de Termas de Chillán.

En el tradicional complejo sureño se habilitó un circuito de 30 minutos. "La idea es que nuestros huéspedes vivan experiencias tan comunes en el norte de Europa y Estados Unidos", cuenta Giner.

En Pucón se ofrece una excursión de tres días por el volcán Villarrica en trineos tirados por perros huskies siberianos. El paseo recorre bosques de araucarias y ofrece alojamiento por dos noches en cabañas rústicas en el lado suroeste del volcán.

Las motos de nieve permiten acceder a lugares considerados más complejos. "Muchos esquiadores las usan para llegar a las nieves vírgenes", comenta Giner. Sin embargo, el ejecutivo señala que hoy también se están haciendo circuitos en los centros invernales, como una actividad extra, en especial para los días en que las condiciones climáticas no acompañan al esquí.

Las Termas de Chillán tienen motos especiales para que niños y adultos recorran un circuito de 10 minutos, lo que tiene un valor de $ 10 mil.

Para quienes buscan más adrenalina, en Huilo Huilo, XIV Región, se ofrecen expediciones por senderos que van desde el volcán Mocho al cerro Choshuenco, con paseos que duran entre una y cuatro horas. Dependiendo del programa, los precios pueden ir desde los $ 20 mil a los $ 36 mil.

Sled Chile ha desarrollado rutas a diferentes volcanes, entre los que destaca el viaje al cráter Navidad, en donde la excursión dura una hora y media y sólo se puede ir de pasajero, ya que el terreno es complicado.

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