Por Antonio Díaz Oliva Junio 16, 2011

Lo sabemos, January. Lo sabemos desde que te vimos en X-Men: First Class. Porque, claro, el personaje que interpretas ahí no podría ser más adecuado para ti: Emma Frost, una mutante con poderes telepáticos, que se puede cubrir de cristal y que es mala y algo psycho, como todos tus papeles. Esa chica frígida e indiferente que, por lo menos en Mad Men, no deslumbra tanto al lado de las otras mad girls. La clave, tal vez, está en cómo has hecho tu carrera. Porque sabemos -gracias al gossip hollywoodense- que fuiste novia de Ashton Kutcher y que él nunca confió en tus dotes de actriz (por eso le tienes sangre en el ojo). Y sabemos que hace poco Galifianakis -el gran Zach- contó del extraño encuentro que tuvo contigo; esa cena en que dictatorialmente le pediste que se sentara a tu lado y terminaron insultándose, luego de que le ordenaras a Zach que diera un giro a su carrera porque, de otra manera, estaba condenado al fracaso (y si eres extravagante para Galifianakis... bueno, debes ser la persona más extravagante del mundo). Así, y pese a todo, con X-Men: First Class logras convencernos de que el prototipo de mujer que en cualquier momento va a agarrar un cuchillo de la cocina -para atacarnos- también puede ser algo atractivo. Muy atractivo. Es la prueba, January, de que el personaje de chica mala es lo que mejor te queda. Y pese a que para muchos jamás dejarás de ser Betty Draper, gracias a ti ahora sabemos que detrás de cada psycho girl, hay una chica que sólo quiere divertirse.

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