Por quepasa_admin Septiembre 5, 2009

La Corte Suprema ratificó recientemente la conciliación acordada ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y Farmacias Ahumada, en la cual ésta última: a) reconoció haberse coludido con su competencia para alzar los precios de 222 medicamentos; b) ofreció aportar las pruebas para el enjuiciamiento de Salcobrand y Cruz Verde;  y, c) se comprometió a pagar dinero al Estado a título de "beneficio social".  En paralelo, Fasa ofreció  voluntariamente una compensación a las víctimas, que contó con la aprobación del Sernac.

Si bien es altamente meritorio lo que ha hecho la FNE y el Sernac, lo cierto es que ninguno de estos acuerdos fue consultado ni aprobado por las víctimas, en cuyo interés ambas instituciones deben actuar.

La colusión y su confesión no pueden tener finalmente como efecto último la obtención de ganancias netas para el infractor. De acuerdo a los cálculos de la FNE, la colusión generó para Fasa beneficios por MM US$ 12,5, a los que restados su aporte en beneficio social por MM US$ 1, las compensaciones por MM US$ 4,3, y los honorarios de sus abogados por MM US$ 1, sus ganáncias ascendieron a MM US$ 6,2. 

La confesión espontánea del infractor, hoy contemplada en nuestra legislación bajo la figura de la delación compensada, tiene un gran vacío. La plena reparación de las víctimas, personas de carne y hueso como usted y como yo, que ven cómo después de toda esta trifulca sus bolsillos han quedado igualmente vacíos.

Tomás Fabres. Director ejecutivo Fundación Chile Ciudadano

Ley reservada del cobre

En cuanto a la iniciativa que se ha planteado sobre la necesidad de derogar o modificar la Ley Reservada del Cobre, es importante aclarar que no existe problema en apoyarla a condición, clara y precisa, que exista un sistema de reemplazo perfectamente nítido institucionalmente. Hay que asegurar un financiamiento a los planes de modernización de las Fuerzas Armadas a largo plazo.

Dentro de los puntos relevantes para aprobar la modificación -que el Poder Ejecutivo está preparando y que pronto debería ser despachada al Congreso- está que la fórmula garantice un plan de financiamiento de las FF.AA. al margen de las contingencias políticas anuales o plurianuales.  Bajo ningún punto de vista sería conveniente que todos los años se discutiera si los recursos se invierten en cañones o mantequilla.

Además, es fundamental que la propuesta incluya un sistema que, aunque sea reservado, sea consultado con la Cámara de Diputados.

Hay que dejar claro que el tema de fondo no es si se deroga o no la Ley del Cobre, sino cuál será el sistema de financiamiento que lo reemplace. Una de las alternativas, sería una ley especial de cuorum.

Su eventual modificación, de todos modos, debe ser analizada mirando lo que sucede en la región.

Hay que recordar que nuestros vecinos están viendo en este preciso momento una ley similar a la Ley del Cobre en Chile para financiar a sus Fuerzas Armadas. Haríamos el ridículo internacional derogándola mientras el Perú la dicta.

Alberto Cardemil. Diputado

Romper la brecha digital

¿Qué hacíamos antes de internet? Más de alguna vez se ha escuchado a personas hacerse esta pregunta mientras contestan un e-mail, chatean o consultan una enciclopedia en línea.

Los computadores e internet se han vuelto un elemento de vital importancia para la vida diaria, en la educación y en la forma que tenemos de comunicarnos.

Sin embargo, no todos los chilenos tienen acceso a estas tecnologías, lo que los margina en múltiples formas. Al hablar de desigualdades, la que se genera con la brecha digital es central, ya que afecta a los grupos sociales que con mayor urgencia requieren no sólo acceder a las tecnología de la información, sino que -a través de ellas- conocer nuevas herramientas y adquirir nuevos conocimientos.

Actualmente, existen entidades y acciones -como la campaña Computador para Todos, en alianza con Chilenter- que buscan reducir esta brecha a través del reacondicionamiento de computadores donados.

Sin embargo, es necesario ir más allá y convertir esta meta en tarea de todos los chilenos.

La empresa privada puede y debe contribuir con acciones directas para superar este tipo de problemas: apadrinar colegios, ser parte activa de campañas de donación de equipos o comprometerse con la capacitación tecnológica de quienes lo necesitan.

Es de relevancia para la industria una sociedad capacitada tecnológicamente, ya que contribuye al fortalecimiento del país.

Iván Cortés. Gerente de la Línea de Computación Falabella

Relacionados