Por Alejandro Alaluf Noviembre 20, 2014

South Park, la exitosa serie animada para adultos creada a fines de los 90, este año cumplió 18 temporadas al aire, y ya tiene su sitial en el Olimpo de la cultura pop. Cada episodio es una crítica feroz a la política, la farándula y la actualidad en general, y entre los blancos favoritos de su sátira están los eventos tecnológicos. Últimamente, la serie ha abordado con agudeza lo que pasa en ese mundo: el fanatismo consumista por los videojuegos, memes populares, la competencia por los servicios de taxis en línea, los drones y la pérdida de privacidad y, cómo no, el renaciente boom por la realidad virtual.

En uno de los últimos episodios, los chicos se embarcan en una misión para determinar qué es realidad y qué es virtual, a partir de la compra de unos Oculus Rift, aparatos que son el niño símbolo del tema (y que Facebook hace poco compró por dos mil millones de dólares). El capítulo no sólo cuestiona, se ríe y se adelanta a los problemas de la realidad virtual. Además, es una historia que a ratos funciona mejor que la mismísima película Inception. El final debe ser uno de los mejores de la historia de la serie. Así de bueno, así de certero. En el mundo real-virtual, la ironía es que Oculus Rift ya cuenta con un programa que justamente recrea el pueblo de South Park. Quizás es un aviso: si la serie ya le dio un mordisco al tema, es que la RV se viene fuerte.

http://southpark.cc.com

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