Por Alejandro Alaluf Enero 12, 2012

Hubo un momento, a comienzos de los años 80, en que los computadores personales irrumpieron en nuestras casas. Los adelantados, que en un principio se ufanaban de sus Sinclair ZX Spectrum, tuvieron que morder el polvo ante la arremetida de Atari con sus modelos XL. Fue el inicio de una nueva era en la computación casera, de la mano de programaciones en lenguajes que hoy son de arqueología, como el Basic, ACSII, Logo y, claro, también con videojuegos grabados en cintas de audio o en discos flexibles de 5 ¼ pulgadas.

Y si bien Atari dominó el mercado masivo de esa primera oleada de home computers, la llegada del Commodore significó el paso adelante en términos tecnológicos. Básicamente, el Commodore 64 podía hacer lo mismo que un Atari 800 XL, pero el primero siempre fue superior en todo: gráficos, juegos, hasta onda. Y ese modelo esta semana cumple 30 años.

Fue justamente en el Consumer Electronics Show de 1982, que esta semana realizó su versión número 45, que Commodore presentó este modelo como sucesor del también popular Vic-20. Tenía 64K de memoria RAM y 20K de ROM.

Durante su ciclo de vida, hasta 1994, se  vendieron cerca de 17 millones de unidades. De hecho, en algún momento de esa década, el C64 superó en ventas a Apple, a clones de IBM e incluso a Atari, gracias a que su precio nunca superó los US$ 600.

Hoy, en su cumpleaños, es un objeto de culto que se sigue vendiendo como un PC hecho y derecho, pero con el envase original. Pura nostalgia.

www.c64.com

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