Por quepasa_admin Agosto 18, 2011

Maya Fernández Allende, sentada en su pequeña oficina de concejal de Ñuñoa, se  sonríe. Y piensa que ahora que tiene 40 años, está de lleno en la política, tal como su abuelo, el ex presidente Salvador Allende, y su tía, la diputada socialista Isabel Allende.

Tenía el gen, de eso está segura. Y tal como Allende, antes de llegar a la política, partió por las ciencias: él era médico y ella es bióloga y veterinaria.

De sus 40 años, Maya vivió 21 en Cuba. Salió de Chile con su madre, Beatriz Allende, tras el golpe militar. Volvió en 1990 para estudiar en la Universidad de Chile.

A Maya no le importa cumplir años. Qué mejor, dice, que el 2011 la encuentre con dos hijos, de concejal  y con una efervescencia social que no se veía hace décadas. Ella misma ha ido a tres manifestaciones en lo que va del año: protestó contra HidroAysén, caminó a favor del matrimonio gay y marchó por la educación gratuita.

"Justo cumplí los 40 en un Chile lleno de desafíos. Ha sido un año de movilizaciones sociales que muestran la necesidad que tienen los ciudadanos de participar mucho más en las decisiones que se toman", dice. "A grandes rasgos, mis sueños se han cumplido. Tengo una historia familiar bastante potente, no fácil, pero estoy bien conmigo misma y con lo que he logrado hacer".

Esa historia acaba de sellarse después de 38 años: el Servicio Médico Legal confirmó hace poco que Allende se suicidó. "Eso demuestra que fue un acto heroico", dice Maya mientras camina, relajada, por la Plaza Ñuñoa.

"Ser Allende no es un peso, sino un orgullo. Pero también es un desafío porque hay una historia detrás. Estoy feliz con la familia que me tocó".

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