Por Víctor Hugo Moreno Febrero 21, 2018

Primero se habló de una ceremonia sobria, en algún teatro u hotel. Lejos del apoteósico evento del 23 de enero que preparó el presidente electo, Sebastián Piñera, para nombrar a su equipo de ministros. Esta vez sería distinto, pero la apuesta no dejó de sorprender: el anuncio de los 35 subsecretarios se hizo a través de las redes sociales. Piñera invitó a cada ciudadano a revisar la historia de cada nueva autoridad a través del sitio web.

En la arena política, estos nombramientos dejaron, al menos para la tribuna, conformes a los partidos de Chile Vamos, a diferencia de lo ocurrido con los ministerios. Esta vez, el presidente electo los tuvo que escuchar más, para no dejar tantos heridos. Ningún partido quería quedar fuera de la parrilla y había que mantener los equilibrios. Y la jugada no fue fácil: semanas de intensas negociaciones para definir cada nombre y hacer calzar a cada tienda en los 35 puestos vacantes. Piñera se quería tomar su tiempo, pero desde sus mismos ministros querían tener luego a sus equipos para no llegar al 11 de marzo a improvisar. Por ello, la idea de nombrar a subsecretarios e intendentes de forma conjunta no prosperó, adelantándose la designación de los primeros para esta mañana.

En las tiendas mostraron conformidad y reconocieron la búsqueda de acuerdos para los nombramientos: “se buscaron los equilibrios para estos nombramientos”, dijo el presidente de Evópoli, Francisco Undurraga, agregando que espera ahora lo mismo para la nominación de los intendentes.

En este diseño destaca una apuesta que incluye a personas con mayor experiencia en puestos más claves, pues no hay espacio para improvisar. Por eso, en La Moneda vuelven a sus cargos ocupados durante el primer gobierno, el subsecretario de Interior Rodrigo Ubilla, y Claudio Alvarado en Segpres. La relación con el Congreso será fundamental para el desarrollo del gobierno que no cuenta con mayoría en ninguna de las cámaras. Por eso los ojos estarán puestos en la dupla Gonzalo Blumel como ministro y Alvarado en la subsecretaría. En total son seis los que se repiten el plato.

Con todo, Piñera intentó juntar experiencia política, conocimiento técnico y equilibrio político, dando una señal hacia los partidos, para comenzar la relación con los partidos de una mejor forma que el 2010, que nunca logró cuajar del todo.

El analista político de la Universidad de Talca Mauricio Morales cree que Piñera apela a un diseño conocido y sin improvisaciones. “Piñera está utilizando sandías caladas. Repite un esquema similar a lo que hizo con los ministros. Los subsecretarios de las carteras más relevantes son experimentados. La dupla Chadwick-Ubilla debe ser una de las más exitosas de la centroderecha. Blumel tendrá el apoyo el Alvarado. Por tanto, el diseño es muy sencillo. Piñera estructura un gabinete fuerte horizontal y verticalmente. Horizontalmente porque es un equipo político fuerte en las 3 carteras más relevantes. Verticalmente, porque hay una línea de mando complementaria entre ministros y subsecretarios. Ese es el secreto del éxito de Piñera, a lo que se suma un evidente equilibrio partidario. De aquí en adelante Piñera tiene que asegurar la lealtad de sus partidos. Comenzó bien”, dijo el académico.

El mandatario electo hizo, además, un nuevo llamado a la unidad, algo que ha sido la tónica en sus últimas intervenciones, en las cuales ha esbozado la idea de llevar adelante un gobierno de unidad nacional.

“Los queremos convocar a un gran desafío, a una gran aventura, hace días atrás informamos a los ministros: hoy queremos compartir con ustedes los nombres y perfiles del equipo de subsecretarios que asumirán el 11 de marzo con la hermosa y desafiante misión de poner a Chile en la senda del progreso, en la senda del desarrollo para que todos los chilenos tengan una vida más feliz. Nunca me cansaré de llamar a la unidad de todos los chilenos”, dijo Piñera vía streaming.

 

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