Por María Eugenia Fernández // AGENCIAUNO Noviembre 20, 2017

Sin todavía sacudirse de la resaca electoral, a las 10 de la mañana de hoy comenzará una vorágine de reuniones del equipo de Sebastián Piñera. A esa hora se espera que lleguen representantes de los partidos políticos de Chile Vamos y los más estrechos colaboradores de la campaña a la sede de Enrique Foster. Ahí se abordará la estrategia para una segunda vuelta contra Alejandro Guillier que se prevé dura, tras obtener un 36,6% de los votos.

Anoche, en los amplios pasillos del Hotel Crowne Plaza de Santiago, sus partidarios se debatían entre las caras largas y la sorpresa. Ciertamente no haber llegado al 40% de las preferencias fue un duro golpe. Pero más allá de eso, en un primer análisis varios de los presentes manifestaban que la caída en la votación de Piñera respecto de 2009 junto con el sorpresivo 7,9% del diputado José Antonio Kast abre una discusión más profunda respecto del proyecto de la centroderecha.

Me comprometo a trabajar hombro a hombro con cada senador, diputado y consejero regional (…) Y espero ser parte, desde marzo, de este gobierno de unidad. Cada vez que nos hemos unido, hemos logrado grandes cosas aseguró el candidato de Chile Vamos en su discurso de anoche, en que agradeció especialmente a Kast.

Este 2017 ha sido sintomático el auge de una "disidencia" al interior de la centroderecha, que en las primarias de julio encabezó Manuel José Ossandón y, en la primera vuelta, Kast. Algo que al parecer Piñera no ha logrado resolver: ayer superó por sólo 2 mil votos a Beatriz Sánchez en el distrito 12 (Puente Alto), bastión del senador RN, donde alcanzó un 28,78%. Y en la elección de diputados, Chile Vamos sacó 10 puntos porcentuales más que el candidato (37,77%) en esa zona.

Mientras algunos de los asistentes al Crowne Plaza manifestaban que ahora sí el ex presidente debe echar mano al "factor miedo" para movilizar a los votantes para el próximo 17 de diciembre, otros planteaban que Piñera debe escuchar el mar de fondo tras esta disidencia, y hacerse cargo de la fisura al interior de su sector. Los dos rostros de este quiebre —Ossandón y Kast— han acusado que el proyecto del ex mandatario carece de renovación en sus filas y de una clara identidad de valores e ideas, le falta conocimiento real de los problemas (la repetida "falta de calle" acusada sobre todo por el ex alcalde de Puente Alto) y tiene una mirada elitista de la realidad del país. A vuelo de pájaro, lo que ambos piden es una mayor definición por parte de Piñera, y más terreno. Ante ambos, lo que hizo el propio candidato como su círculo más cercano fue minimizar su efecto electoral y el cuestionamiento subyacente detrás de las cifras.

Por otra parte, el poco renovado plantel que encabeza el ex presidente fue puesto a prueba, sobre todo en una parlamentaria en la que el Frente Amplio —una coalición compuesta, en su mayoría, de jóvenes— logró imponerse como tercera fuerza electoral en el país.

En esa línea, anoche no pocos afirmaban que ahora sí es el momento de que Ossandón y el ex mandatario se muestren trabajando juntos, o que Felipe Kast (Evópoli) —senador electo por La Araucanía— tome una posición relevante en la campaña piñerista, como portavoz de los jóvenes de la centroderecha. "Todo ayuda, nadie sobra", dijo un dirigente anoche.

¿Se mostró consciente Piñera de este desafío? Sí y no. En la serie de entrevistas que dio anoche, tras conocerse los resultados, el ex presidente afirmó que "vamos a acoger a todos quienes quieran sumarse", pero ni él ni el jefe político de su campaña, Andrés Chadwick, dieron con la explicación de lo que está sucediendo en el subterráneo de la centroderecha. Antes bien, se enfocaron en equiparar lo sucedido con los resultados de 2009, que finalmente le dieron el triunfo, repitiendo las líneas generales de la primera vuelta.

"Es repetición del mismo discurso, los mismos códigos, los mismos lugares comunes y repeticiones. El país pide a gritos algo distinto", manifestó el filósofo cercano a la derecha Daniel Mansuy en Twitter.

Las definiciones que se tomen hoy y en las próximas horas respecto de la campaña mostrarán cuál es el rumbo que el candidato decidió tomar para estas cortas cuatro semanas. El reloj ya marca la cuenta regresiva para el 17 de diciembre.

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