Por Cecilia Correa Septiembre 5, 2017

Erika Olivera (41) regresó a las pistas, pero esta vez corre una maratón política. Al alero de Renovación Nacional, la ex atleta nacional competirá por un cupo a diputada en el distrito 9, en el cual vive. Hoy forma parte del equipo programático del candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, como una de las coordinadoras del área de deportes.

La campeona panamericana, que participó en cinco Juegos Olímpicos, nació en Quinta Normal, creció en Puente Alto y hace 22 años vive en Recoleta. Aunque sigue corriendo 10 kilómetros tres veces a la semana y entrenando en su propia escuela, hoy la campaña le deja menos tiempo para correr.

La reinvención de la maratonista viene de algunos años atrás: hace diez años le quitaron la beca por un mal resultado en los Juegos Panamericanos de Río 2007, y se sintió humillada. Cuando tenía 36, decidió estudiar ingeniería en administración de empresas y luego de eso armó su propia pyme: Erika Olivera Runners.

—En ese entonces, en 2007, viví la peor decepción como atleta. Venía de 15 años de ganar medallas para Chile, y por un mal resultado me sacaron del sistema y perdí todo el apoyo que tenía como deportista de exclusiva dedicación. Esa experiencia me llevó a pensar que no podía ser que los deportistas tuvieran que vivir esas precariedades. Me sentí humillada y discriminada, después de representar por años al país y de entregarle muchos años de mi vida. Ahí me hizo clic el tema de involucrarme en la política, ya que como deportista podía levantar la voz por todos los deportistas que vivimos eso.

 

En 2012, tomó la decisión definitiva de seguir una carrera parlamentaria. De ahí empezó a tocar puertas y hoy va a las elecciones legislativas de noviembre. Y sus cercanos dicen que no para.

—Cuando me llamaron al lanzamiento sentí pudor, porque involucrarte con un candidato eran palabras mayores, no era fácil. Es algo que no se busca, pero me siento feliz de llevar a la mesa nuestras inquietudes, no sólo del deporte. Contar una experiencia de vida me hace involucrarme también, porque son muchas las personas que han vivido lo mismo y que necesitan este empuje.

¿Te refieres a la experiencia de vida con tu padrastro?

—Me refiero a mi experiencia como niña vulnerada y maltratada, y después como mujer vulnerada.

¿Qué agenda llevas en relación a esa experiencia?

—De los tres pilares (de las propuestas de campaña) está el tema de la mujer: quiero generar un proyecto que le asegure la seguridad de no ser vulnerada ni discriminada. Respecto a los niños, estoy cansada del maltrato y de la vulneración que han recibido. Son temas sensibles que me tocan la fibra como mamá de cinco hijos.

Y sobre los adultos mayores, me preocupa el envejecimiento del país. He recorrido toda la vida las calles de mi distrito, porque entreno ahí, y escucho sus problemas del Transantiago y la falta de medicamentos, de no poder trasladarse a los centros de salud porque no están cerca.

¿Cómo piensas impulsar la inclusión de la mujer?

—Hay que revisar los proyectos que ya existen respecto al emprendimiento, para que no tenga la problemática de criar hijos y dejar de trabajar. Muchos proyectos importantes están guardados. Hay mujeres que por no contar con un trabajo independiente tienen que depender de su maltratador, y no se atreven a dejar el hogar porque se sienten amarradas a quien mantiene a sus hijos. A ellas hay que darles protección.

¿Cómo mejorarías el sistema deportivo?

—El deportista en formación que aspira al alto rendimiento no cuenta con una protección necesaria para proyectarse. Hay muchos jóvenes de 16 años que no tienen, por ejemplo, seguro para hacerse una evaluación médica, ¿Cómo motivo al atleta que quiere dedicarse al deporte de alto rendimiento si no le entrego esas herramientas? Sería bueno que esta necesidad sea cubierta a través de un proyecto de ley del deporte. Entiendo que muchas personas no tienen previsión, pero el deportista está representando al país, y ¿cómo lo motivo a que lo haga si no le doy lo básico?

Pero ha sido difícil que a estas materias se les den prioridad…

—Por eso estoy en este camino, porque por años viví esas precariedades. Me senté con muchos parlamentarios a conversar de estos temas, y nunca vi un interés por buscar una solución. El deporte nunca ha sido prioridad, pero todos hablamos de la educación, de la salud, de las artes y la cultura y estos cuatro pilares van de la mano del deporte. Si motivamos a los chicos  a que lleguen al alto rendimiento vamos a tener personas más sanas. En los colegios muchas veces empastillan a los niños porque tienen déficit atencional, cuando el deporte es una gran herramienta para canalizar esas problemáticas, porque se trabaja cuerpo y mente.

¿Cuál es el hilo conductor entre la Erika atleta y la Erika candidata a diputada?

—Sin duda lo que hice en el deporte es un hilo conductor hacia la carrera política. Me enseñó la disciplina, la honestidad, el juego limpio y el trabajo en equipo. ¿Por qué esos valores que aprendí en el deporte no los puedo traspasar a la política? Si fui una deportista de alto rendimiento, ¿por qué no ser una diputada de alto rendimiento también? Me cansa recorrer las comunas donde vivo y ver cómo la droga se toma las calles y los niños no tienen los espacios para estar seguros. Como mamá, me preocupa no tener estas soluciones y que seamos los olvidados. Vivo en el distrito que represento, lo conozco de cerca, y también me he sentido como ese vecino olvidado por el sistema.

Esta es otra carrera…

—Es otra maratón. Tienes que estar en el día a día escuchando distintas cosas, y a veces te agotas mentalmente. Pero cuando la gente te dice que cree en nosotros y que nos va apoyar, eso te llena de energía.

Representar al distrito en el que has vivido debe de generar mayor empatía y cercanía con la gente…

—Precisamente vivir ahí me hizo darme cuenta de lo cansada que está la gente, el mismo cansancio que sentí en algún momento. No me rindo porque creo que el sistema se puede mejorar, pero para eso tenemos que involucrarnos. A la gente que voy a representar les quiero decir: sé que están cansados, tal como yo me sentí muchas veces en el deporte, pero no bajé los brazos. Así quiero mirar este nuevo camino político.

¿Por qué Renovación Nacional?

—Comparto muchos de sus principios. Por ejemplo, creo en las oportunidades para todos y en el emprendimiento, y también que la familia es el núcleo de la sociedad. Nuestros niños son el futuro.

¿Cómo  piensas convencer a la gente de que tu falta de experiencia política no va a ser un obstáculo?

—Hay personas que han estado años en la política y no han hecho nada, o muy poco. Uno hace política todos los días: he trabajo mucho en el tema social, he recorrido Chile de Arica a Punta Arenas, conozco la realidad de mi distrito, por lo que, si bien nunca he trabajo en política en sí, sí tengo la capacidad para hacerlo. Además, soy una mujer estudiosa. Tampoco me las sé todas. Por eso cuento con un equipo que me está apoyando en los diferentes temas, tanto gente del partido como de profesionales con los que ha trabajado en el tema deportivo (no da nombres).

Compites en tu distrito con Sebastián Keitel, un caso anecdótico. ¿Cómo te posicionas con otro deportista en carrera?

—Con Sebastián hemos tenido una relación de muchos años de amistad, de compañeros de selección. Más que entrar en un tema de competencia, vamos a unir fuerzas. Ojalá lleguemos los dos.

¿Qué ha sido lo más difícil?

—Lidiar con los poderes. En el deporte también me tocó convivir con eso. Los egos en el ser humano son bastantes marcados, entonces me siento preparada en ese sentido.

¿Tienes esa sensación de estar peleando tus causas todo el tiempo?

—No sé si peleando, pero me doy cuenta de que de repente soy una amenaza para otros, y al serlo hay muchas cosas que te llegan fuerte.

—Tus ejes prioritarios de campaña son temas de exclusión, como la mujer maltratada, el adulto mayor, el deporte. ¿Por qué?,

—Son temas que se han pasado muy por pinceladas, y hay que fortalecerlos. A la política le va a hacer bien rejuvenecer, tener un nuevo rostro, porque las personas jóvenes llegan con nuevas ideas y mentalidades, lo que genera cambios significativos en lo científico, innovación.

¿Y te sientes así?

—Sí, me siento uno de ellos

Vienes de un mundo deportivo, ¿que crítica tienes de la política en Chile?

—En algún momento me sentí muy cansada del sistema. La política es bonita pero muchos políticos le han hecho mal y la gente está cansada. Vuelvo a insistir, si la gente sale a votar y le da la oportunidad a los nuevos, podemos tener buenos resultados.

Olivera cree en el rejuvenecimiento de la política y en la necesidad de un cambio generacional: "me encantaría que una persona no muera en la política. Yo no quiero morir en la política”, dice.

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