Por Estela López García Agosto 31, 2017

"Avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del Gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar sus iniciativas con reglas claras y estables. Pero no logré que todos compartieran esa convicción”, recalcó el ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés al anunciar su salida del gobierno.

En una conferencia de prensa inédita que adelantó lo que la presidenta Bachelet anunciaría más tarde, el ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, selló su abrupta salida a solo seis meses de que termine el gobierno del que era parte.

En tres minutos Valdés esgrimió superficialmente sus razones y agradeció la confianza de la mandataria  durante el tiempo que fue parte del gabinete económico. “He presentado mi renunncia a su excelencia de la República Michelle Bachelet y ella ha aceptado la renuncia. Quiero agradecer la confianza de la presidenta Bachelet y la oportunidad de aportar al proyecto que ella lidera de hacer Chile un mejor pais”. Y agregó: “una serie de consideraciones impiden que pueda continuar cumpliendo mi rol como ministro de Hacienda. Las razones específicas quedan en el seno de las conversaciones que he tendio con la Presidenta”.

Fueron 48 horas agitadas que ventilaron la tensión que se arrastraba entre La Moneda y Hacienda desde el impasse que se produjo en el envío del proyecto de reforma previsional, esto dado que Hacienda no habría enviado el informe de productividad que acompañaba la reforma. Este desconocimiento por parte de la mandataria del documento, la llevó a un mal manejo de una entrevista radial donde restó validez a los estudios que cuantificarin los impactos en el empleo formal.

A esto se sumó en los ultimos días, el desencuentro entre el ex ministro de Hacienda, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes y el subsecretario de Haciendo Alejandro Micco, respecto a la decisión del Comité de Ministros que rechazó el proyeto Dominga. En esa oportunidad la mandataria tomó parte por su ministro de Medio Ambiente y dejó en una posición política desfavorable a quienes no estaban de acuerdo con el rechazo.

“Avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del Gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar sus iniciativas con reglas claras y estables. Pero no logré que todos compartieran esa convicción”, sentenció Valdés en su discurso de salida.

Con esto Valdés se instala como el segundo secretario de Hacienda en dejar el Gobierno de Bachelet con importantes tareas pendientes como la discusión presupuestaria que se da en el Congreso en noviembre de este año y la reforma a las pensiones. Este último un proyecto complejo, que Valdés lo conocia al revés y al derecho, lo que complejiza aún más sacarlo adelante con alguien que entrará en la recta final a hacerse cargo.

 

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