Por M. Eugenia Fernández G. Julio 7, 2017

México, Pelluhue y la Quinta Región.

Son los destinos a los que partieron esta semana los tres ex contendores de la primaria de Chile Vamos, Sebastián Piñera, Felipe Kast y Manuel José Ossandón. Buscan descansar de la campaña que terminó el domingo y que dejó al primero como el candidato único del conglomerado.

Cuando Piñera aborde el avión, habrá dejado atrás un período duro que terminó más enredosamente de lo que se auguraba. Las recriminaciones entre los candidatos del bloque fueron de alto tono.

El ex presidente tiene varias tareas por delante antes de la inscripción de su candidatura ante el Servicio Electoral el 21 de agosto. La primera será asegurar el respaldo de Kast y de Ossandón, además de sus respectivos equipos. A  pesar del apoyo y los buenos deseos que estos le expresaron la noche del domingo, las cosas aún no cuajan en un real trabajo conjunto. Esto depende no sólo de la reunión que sostendrá cara a cara con el senador la próxima semana, cuando ambos vuelvan de su período de descanso. También de los compromisos programáticos que los ex contendores de Piñera pidieron. En el caso de Kast, el éxito de la unidad depende de la complicada negociación parlamentaria que RN, la UDI, el PRI y Evópoli dejaron en suspenso durante la última parte de la campaña de las primarias, dada la dificultad que enfrentaban para lograr un acuerdo en la designación de los candidatos al Congreso.

También por el lado de los partidos hay flancos abiertos. Incluso en estos días de celebración por el triunfo, se volvieron a escuchar reclamos por el poco protagonismo que estos tendrían en la campaña. Un déjà vu de la recurrente queja de los políticos durante el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014). El miércoles, en el desayuno que este sostuvo con los presidentes y secretarios generales de la UDI, RN y PRI en su casa, horas antes de tomar el vuelo al país azteca, Piñera anunció que a su regreso realizaría cambios al interior de su comando. Estos, relata uno de los presentes en la cita, incluirán una mayor presencia de las tiendas políticas, junto con la eventual incorporación de representantes de Evópoli y del ossandonismo.

El primer round fue el lunes. La campaña para la presidencial de diciembre y la batalla interna dentro de Chile Vamos recién comienza.

 

Hablarle al 50+1

Más allá de las nuevas incorporaciones, en la campaña de Sebastián Piñera viene un ajuste en el discurso del ex presidente.

“Antes le hablábamos al voto duro. Ahora tenemos que hablarle al 50+1 de los chilenos”, asegura un representante del comando piñerista. Algo similar planteó el propio candidato en su discurso triunfal del domingo. “Nuestra candidatura va mucho más allá de Chile Vamos. Es una candidatura para todos y todas las chilenas de buena voluntad”, dijo en la sede ubicada en Las Condes.

Según aclara esta misma fuente del comando, en esta etapa pretenden salir de la defensa constante del gobierno anterior para destacar las propuestas programáticas para una eventual próxima administración. Algo que, recalcan en el equipo piñerista, se planteó también para la campaña de primarias,  pero no dio resultado por la insistencia del propio candidato en volver sobre el tema en sus intervenciones públicas.

Campaña piñerista: “Antes le hablábamos al voto duro. Ahora tenemos que hablarle al 50+1 de los chilenos”.

Un desafío pendiente será sintonizar con los electores del centro político. Para ello, en la coalición opositora se asegura que es importante el respaldo que dio Kast al asumir su derrota y el que pronto se incorporen dirigentes e ideas que lo representan.

Pero se debe ir más allá. Llegar a votantes que no necesariamente participaron de la elección del domingo.

“Hay que darle publicidad al trabajo programático”, afirma el representante piñerista, que eso mismo aseguraría sintonizar con electores del centro político. ¿La explicación? La oferta se centra en la clase media, un sector que el equipo del ex mandatario ha investigado exhaustivamente a través de focus group y estudios de opinión.

Según se explica, en estos se ve que es la clase media donde mayor rechazo existe ante las reformas radicales impulsadas por el gobierno de Michelle Bachelet. Y afirman que de los sondeos se desprende que esas personas “requieren más seguridad y mayor protección frente a los temores”, como el desempleo, las enfermedades catastróficas, el necesario acceso a medicamentos, la preocupación por los longevos (cuarta edad), la vivienda, las catástrofes naturales y el pago por la educación superior.

En términos electorales, al menos en los sondeos semanales de la consultora Cadem, la clase media es un sector en el que ha caído el apoyo hacia el futuro competidor de Piñera, el senador de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. Entre enero y mayo de este año, el respaldo al candidato PR-PS-PPD-PC bajó 14 puntos en el segmento C3 (de 26% a 12%) y en el D, 10 puntos (de 21% a 11%).

 

Ossandón en stand-by

Sin duda, uno de los gestos más esperados tras la elección del domingo es la reunión entre Ossandón y Piñera. Es probable que ésta, debido a las vacaciones de ambos,  se cite para fines de la próxima semana, o incluso la subsiguiente. Aún nadie se atreve a pronosticar qué tan factible será un entendimiento.

Los días tras la votación fueron de duelo. Así se plantea en el círculo del díscolo ex senador RN. Un estrecho asesor suyo afirma que éste siempre aseguró que ganaría la elección, por lo que estuvo afectado tras enterarse de los resultados.

El martes, el senador y ex alcalde de Puente Alto fue enfático al declarar que no tiene intermediarios con el ex presidente, y que sólo él se representa a sí mismo. Ello, luego de que versiones de prensa sindicaran al alcalde de Puente Alto, Germán Codina, y a otros miembros de su campaña como mediadores entre ambas partes.

“No queremos transformarnos en una figura pegada a Sebastián Piñera. Queremos sumar, pero con una sana complementariedad”, afirman en Evópoli.

Sin embargo, aunque en el entorno de Ossandón se valoraron estos acercamientos, dicen que todos los nombres que han salido al ruedo no representan realmente al senador. Sí lo haría, dicen, si se integrara a la hermana del senador, Ximena Ossandón, o al periodista Samuel Valenzuela, su asesor de confianza.

Por otra parte, también hay disconformidad con la actitud que Piñera tuvo ante las ambiciosas condiciones que el parlamentario planteó para un eventual apoyo: modificar la Ley de Pesca, garantizar la gratuidad universitaria universal, establecer un estatuto de probidad especial para los funcionarios públicos, y no aprobar la adopción homoparental. Las piedras de tope estarían en los dos primeros puntos. El lunes, el ex presidente señaló que estaría dispuesto a modificar una parte de la Ley de Pesca, lo que se tildó de insuficiente por los ossandonistas. “Nuestra petición es que se tramite de nuevo”, afirma un asesor. Respecto de una ampliación de la gratuidad, el ex mandatario se ha manifestado en contra de esa política desde un comienzo, por considerarla regresiva.

Esto compite, además, con la conversación pendiente de Piñera con el diputado Kast.

 

La negociación con Kast

“No queremos cargos”, dijo el ex precandidato de Evópoli esta semana al referirse a una eventual incorporación a la campaña de Piñera.

Aunque incluso se habló de que el economista Ignacio Briones y la abogada Lorena Recabarren, directora de Horizontal, se sumarían al equipo del ex presidente, lo cierto es que ello está en veremos.

“Queremos cuidar la autonomía que mostramos de Sebastián Piñera”, dice un dirigente de Evópoli. Se refiere a sostener las diferencias que marcó Kast durante las últimas semanas de campaña. “No queremos transformarnos en una figura pegada a Piñera. Queremos sumar, pero con una sana complementariedad”, agrega.

La incorporación de este grupo requiere sortear la entrampada negociación parlamentaria. En la reunión que los partidos sostuvieron el martes en la UDI, Evópoli planteó que Kast está dispuesto a cambiarse al distrito 11 (Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, Peñalolén, La Reina), junto con el secretario general de la tienda, Francisco Undurraga. Y que, además,  el ex ministro Luciano Cruz-Coke —que inicialmente competiría por el distrito 8 (Maipú, Estación Central, Pudahuel, Colina)— podría ir por el nuevo distrito 10 (Providencia, Ñuñoa, Santiago, Macul, San Joaquín, La Granja), que corresponde al que actualmente representa Kast.

Las razones obedecerían al amplio apoyo que el diputado obtuvo en el sector oriente, donde de un total de 172.705 votos sacó un 22,1%. Muy por sobre el 8,4% de Ossandón, pero debajo del amplio 69,5% de Piñera.

En el distrito de Providencia-Santiago (10), en cambio, los resultados no fueron tan buenos. Ahí, de un total de 123.971 votos, Kast obtuvo el 19,3%, mientras que Ossandón llegó al 26,7% y Piñera al 54%.

En el entorno del diputado plantean que éste aún no toma una decisión respecto de lo que hará a futuro y que, incluso, podría no ir a la reelección en noviembre. Descartan, eso sí, que quiera ser ministro nuevamente, de ser electo Piñera.

Como sea, esta indefinición provoca ruido en los demás partidos y se plantea como una de las razones por la cual la negociación está estancada. Según se dice en la UDI, parte de este embrollo pasa, además, porque Evópoli no ha presentado candidatos competitivos. “El debate no se debe centrar en cupos, sino en nombres competitivos que fortalezcan a Chile Vamos, porque el verdadero adversario es la izquierda. Debemos tener un congreso para Piñera”, explica Pablo Terrazas, secretario general de la UDI. “Evópoli tiene el derecho de designar candidatos en los lugares que estime conveniente, pero es importante que lo haga luego para cerrar la lista lo antes posible”, agrega.

Un vicepresidente de RN señala que la tienda de Kast “siente que es un par de los dos partidos, pero estas primarias dejaron en claro que son una fuerza emergente y, por tanto, no pueden exigir lo mismo”. Pero también asegura que tienen resquemores con la UDI. “La conversación no está fácil porque la UDI tiene un único objetivo, que es tener una bancada más grande que la de RN, pero no vamos a volver a ceder”.

Este mismo dirigente cree que es esperable que, a la vuelta de su viaje, el propio Piñera pida zanjar luego el tema en una sola lista, lo que aumenta las posibilidades de elegir más parlamentarios.

Como método de presión, Evópoli ha planteado que si no hay acuerdo, ellos irán en una lista propia con Ciudadanos (Andrés Velasco) y Amplitud (Lily Pérez), pese a que reconoce que sacarían menor votación con estos asociados. En RN no descartan terminar yendo ellos en una lista con el partido de Kast, para hacer frente a las pretensiones de la UDI.

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