Por N Olivares /L Ruiz Noviembre 30, 2016

Las promesas políticas de este año tanto en Estados Unidos, donde resultó electo Donald Trump, como en Reino Unido, donde ganó la opción de separar a Gran Bretaña de la Unión Europea, estuvieron fuertemente cargadas de un discurso anti inmigración.

Ambos resultados, según los expertos, reflejaron un fuerte nacionalismo en el mundo desarrollado, el mismo que estaría alimentando la opción presidencial de la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, en su carrera por ocupar la presidencia en Francia.

En estos casos también influyó fuertemente la amenaza terrorista que golpeó a esos países en el último año, en Niza, Orlando y Bruselas.

Sin embargo, los analistas no han dudado en hablar de populismo, por prometer mejoras en la calidad de vida gracias al cierre de las fronteras, pese a que organismos internacionales dan cuenta de un alza en los movimientos de las personas, con un aumento de 21% de la inmigración en Ámerica entre 2009 y 2014, que sube a 51% para América Latina en el mismo período, lo que no siempre está acompañado con políticas públicas eficientes.

En el caso de Chile, hace 41 años se mantiene vigente la misma normativa migratoria, lo que fue advertido en Chile Vamos, instalando la discusión en el mundo político. Y puntualmente en la agenda de los potenciales presidenciales del sector.

Ya la semana pasada el senador ex RN Manuel José Ossandón afirmó derechamente que expulsará “a todos los delincuentes” bajo la bandera de frenar la inmigración ilegal.

Y si bien recién hoy a mediodía se activará la institucionalidad creada por Chile Vamos para ver este tema -a mediodía en el Congreso en Valparaíso- lo cierto es que ya se fijaron posturas en la interna.

“Muchas de las bandas de delincuentes que hay en Chile, como las que clonan tarjetas, son de extranjeros. Esto es particularmente grave en aquellas regiones donde la inmigración representa un gran porcentaje de la población”, sostuvo el ex Presidente Sebastián Piñera a La Tercera para explicar su apoyo al endurecimiento de la normativa.

No obstante, ayer el ex mandatario matizó sus dichos y marcó sus diferencias con la política impulsada por el electo nuevo mandatario de EEUU Donald Trump, con quien lo compararon desde la Nueva Mayoría. Ossandón, en tanto, bromeó con la comparación y dijo “pero a Donald Trump le fue re bien, ¿no? Yo estoy diciendo la verdad, que hoy existe un fenómeno de inmigración y nuestras autoridades no hacen nada”.

En esta misma línea, desde la bancada DC, un grupo de siete parlamentarios del partido advirtieron públicamente una “peligrosa, xenofóbica y errónea” propuesta tras las iniciativas que impulsa el bloque opositor. Desde el Partido Radical, en tanto, acusaron a Piñera de ser “una mala copia de Trump”.

“Donald Trump es un caso absolutamente aparte”, salió al paso ayer Piñera tras los cuestionamientos en su contra, y afirmó que lo que Trump quiere “es deportar a 12 millones de personas, quiere construir un muro que separe México de Estados Unidos. Yo no quiero construir ningún muro”.

¿Pero, de quiénes hablamos? Ante la discusión Rodrigo Sandoval, jefe nacional del Departamento de Extranjería del Ministerio de Interior ya ha salido públicamente a desmitificar dichas cifras afirmando que el porcentaje de migrantes representa el 2,7% de la población nacional y, tal como existen 500 mil extranjeros en Chile, hay más de un millón de compatriotas en el exterior.

Respecto a la comisión de delitos, la autoridad también ha puntualizado que sólo un 1,6% de los casos que toma la Defensoría Penal Pública son cometidos por extranjeros.

Por ahora la Nueva Mayoría toma distancia de la discusión, y el ex Presidente Ricardo Lagos, también potencial carta a La Moneda, llamó a no politizar este tema.

“Espero que este no sea un tema político, frente a este tema los chilenos tenemos que tener todos una misma mirada de generosidad para el que llega a este suelo”, dijo, recalcando que en la actualidad si alguien delinque en nuestro país de todas formas se envía de vuelta. “Eso ocurre hoy”, puntualizó, y agregó “no es cierto que la mayor parte de esta gente sea delincuente. estadisticamente no lo es. El que emigra es porque siente una necesidad de buscar un futuro mejor”.

El senador Alejandro Guillier, por su parte, llamó a la “sensatez” frente a este debate instalado, y que “se ha planteado el tema de la peor manera posible.  En realidad el problema en Chile no es la inmigración. Es la migración ilegal”.

¿Qué diferencia a las distintas propuestas?

Si bien sólo hoy sesionará la nueva comisión de Chile Vamos para este tema, ya existe un proyecto impulsado por diputados UDI y RN sobre la mesa que plantea que quienes llegan a nuestro país tengan la obligación de demostrar que cuentan con el suficiente dinero para permanecer en el país, y ejercer un oficio o profesión “licito”.

Ante incumplimiento de la normativa se deben pagar multas, y, en caso de reincidencia, revocar permisos y expulsar del país.

El senador ex RN Manuel José Ossandón va más allá y además de profundizar su propuesta para frenar la inmigración legal, ya adelantó que se encuentra trabajando en una Unidad contra el Crímen Organizado, con expertos. Incluso afirmó que se juntó con la Policía de Investigaciones para profundizar en esta materia.

Ya en 2015 el senador Alejandro Guillier junto a la diputada RN Paulina Núñez, ambos parlamentarios por Antofagasta, trabajaron en un proyecto que apuntaba, entre otras cosas, al control de las visas de turista en la zona.

Más información:

El debate global por la inmigración llega a la carrera presidencial en Chile

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