Por Qué Pasa Octubre 24, 2016

Desde el comando de Carolina Tohá, el ex presidente Ricardo Lagos tomó la palabra. Según describe Pulso, el dirigente emblemático de la Concertación parecía el único capaz de romper con la aflicción generalizada que pesaba a los simpatizantes de Carolina Tohá, considerada la hija política de Lagos, luego de la bofetada que recibió la Nueva Mayoría no sólo en Santiago, sino a nivel nacional.

Pasados los primeros cálculos, y cuando ya desde la oposición salían a celebrar el triunfo de sus principales cartas, desde el bloque oficialista se asimilaba la derrota en comunas emblemáticas, pues perdió número de alcaldes y también quedó con menos población gobernada.

En este escenario, Lagos detalló los errores que pudieron cometer como bloque, apuntando a que “tal vez quisimos avanzar muy rápido, tal vez hubo elementos en el que el muro de contención entre dinero y política no fue lo suficientemente fuerte, tal vez hubo un momento en donde en la interna de nuestros partidos se actuó de una manera tal o cual en la que se puso el interés partidario por sobre el interés del país. Son muchos los elementos de los que tenemos que hacernos cargo”.

En relación a la derrota de Tohá en Santiago, el ex gobernante la interpretó como una señal para todo el bloque, indicando que “no obstante el éxito que ella tuvo en su municipio, se está dando un mensaje que va más allá de Santiago, que nos obliga a escuchar a la gente”.

"Todos hemos sido castigados con esta abstención. No hemos sido capaces de capturar al imaginación de chilenos y chilenas”, agregó el presidenciable, señalando también que los resultados exigen “nueva forma de conducir la política”.

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