Por Víctor Hugo Moreno. Septiembre 6, 2016

María Soledad Lucero fue la militante más joven de la DC en formar parte del Tribunal Supremo del partido a los 27 años. Hoy con 32 es la quinta vicepresidenta de la falange y forma parte de una nueva camada de jóvenes democratacristianos que buscan darle una identidad al partido de la flecha roja con un renovado contenido, en donde las ideas, a su juicio, deben ser lo central más allá de las personas que las lideren. En ese contexto, Lucero defiende las decisiones adoptadas por la Junta Nacional de llevar un candidato propio, pero luego de culminar el  trabajo del programa que ya está avanzando en su desarrollo y que tiene como fecha de entrega para un documento en diciembre. La vicepresidenta contradice la postura del senador Ignacio Walker de llevar un candidato presidencial sí o sí en primera vuelta. Para ella, eso sería prácticamente un suicidio, pues acabaría con la coalición y le dejaría el camino fácil a la oposición para retornar a La Moneda.

En conversación con Qué Pasa explica algunas conclusiones de la junta y la lucha por hacer más participativo el partido. También enfatiza que en este momento es cuando más se necesita la disciplina partidaria que otorgue unidad a las importantes decisiones que se están por tomar.

—¿Cómo se puede sostener la idea de llevar un candidato presidencial DC, reafirmada en la Junta Nacional, si es que la figura de Ricardo Lagos comienza a tomar fuerza?

—La DC definió en la Junta Nacional pasada que llevaríamos un candidato propio, es una decisión tomada con las bases porque entendemos que la DC no puede restarse a priori de llevar un candidato propio. Al menos desde la institucionalidad se hará todo el esfuerzo para que surjan liderazgos internos que permitan materializar esa decisión. Sin perjuicio de lo anterior, la Junta Nacional también definió un cronograma electoral que culmina en una junta en enero que tomará posición respecto a las definiciones políticas venideras, oportunidad para algunos para comenzar a defender sus posiciones.

—¿Cómo influyó la noticia de la decisión de Lagos en la realización de la Junta?

—La verdad que no se realizó un debate político como el que muchos esperaban. La Junta Nacional fue convocada por la Directiva para un objetivo concreto: adecuar nuestros estatutos a la nueva ley de partidos políticos, lo que realizamos con los delegados que asistieron. Por lo que la gran conclusión del encuentro es que hemos avanzado en la construcción de un partido más participativo, respetando la equidad de género señalada por la ley y en que la participación territorial fue clave en la definición nuestra estructura interna. Los partidos no pueden convertirse en un show mediático, el objetivo era otro y se cumplió satisfactoriamente.

—¿Qué impresión tiene de la figura de Ricardo Lagos como posible candidato presidencial, sería una buena carta para el partido?

—Me parece positivo que liderazgos reconocidos al interior de la coalición tomen posición acerca de los próximos desafíos políticos que enfrentaremos. El Partido ha iniciado un trabajo programático que culminará en diciembre, por lo que adelantar la definición es contradictorio a lo que venimos planteando, toda vez que el debate debe centrarse en las ideas y después en las personas que podrían liderar dichos desafíos.

—¿Puede quedar más divida la DC si es que Lagos es candidato, y si es que el partido de igual modo quiere llevar una candidatura única?

—Hoy más que nunca debemos mostrar una disciplina partidaria que nos permita enfrentar con unidad los desafíos que se aproximan, por lo que hacer política ficción puede ser una gran irresponsabilidad con los militantes que aún no han tomado la decisión en los espacios democráticos pertinentes.

 —El senador Ignacio Walker insiste en la tesis de ir a primera vuelta sí o sí, ¿Qué peso tiene su postura respecto a lo que piensa la mesa directiva?

—La directiva no ha fijado posición al respecto. En lo personal no me parece ir a primera vuelta, eso significaría romper con la coalición y aventurarse en un camino propio que nos podría llevar nuevamente a gobiernos de minorías, como ocurrió en nuestro país antes del quiebre democrático de 1973. Además, al ir a primera vuelta corremos el serio riesgo de entregarle el próximo gobierno a la derecha, con todo lo que podría significar en cuanto a paralización del proceso de reformas, y la Democracia Cristiana no puede prestarse para ello. Creo que se confunde a la militancia cuando se fundamenta que ir a primera vuelta nos permite defender nuestra identidad. La identidad demócrata cristiana no pasa por el mecanismo de definición de candidato de la coalición o por ir a una primera vuelta, sino por nuestras ideas, nuestra coherencia en el actuar y con el reencuentro con la ciudadanía, reencuentro que no se resuelve con candidaturas más o menos

—Tras la Junta, ¿cómo se observa el escenario interno de la DC para las elecciones de la nueva mesa que dirigirá el partido?

—La elección que definirá la próxima directiva nacional estará marcada por el rol que cada sector estima que debe cumplir la DC en los desafíos políticos venideros. Será una contienda interesante que permitirá dejar en claro la posición que tienen nuestros militantes.

—¿Qué avance tiene el trabajo programático de las mesas técnicas, que elaboran el contenido de lo que puede ser un futuro programa presidencial?

—El mandato es que en diciembre la actual Directiva deberá hacer entrega del trabajo iniciado en agosto. Las comisiones siguen trabajando y convocando a sus integrantes para ir definiendo aspectos fundamentales de cada tema abordado en el encuentro.

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