Por David Muñoz // Foto: Marcelo Segura Agosto 26, 2016

—Les voy a tener que cobrar los derechos de autor.
Se trataba de una broma. El ex presidente Ricardo Lagos Escobar le regaló a cada uno una copia de su libro Mi idea de país, publicado en 1999, en plena campaña por llegar a La Moneda. Los tres representantes de la fundación IdeaPaís compartieron una mirada cómplice con el ex mandatario. Fue la despedida de un inédito encuentro que se produjo la tarde del jueves 11 de agosto pasado en la Fundación Democracia y Desarrollo. Diego Schalper, fundador del think tank de centroderecha; Antonio Correa, su actual director; y Cristián Stewart, coordinador del movimiento político Construye Sociedad, salieron de las oficinas del ex mandatario con una buena sensación. No sólo porque fueron escuchados con atención por el ex presidente, también porque se dieron cuenta de que había varios puntos de encuentro, pese a las distancias ideológicas evidentes.

Habían llegado hasta ahí con una propuesta entre las manos: invitar a Lagos al lanzamiento de un libro que será el resumen de todas las ideas que han venido recogiendo desde hace más de un año, y que presentarán como propuesta programática para las próximas elecciones presidenciales.
La presentación de este documento final será en marzo de 2017. Lagos, medio en serio, medio en broma, no quiso confirmarles su presencia. “Depende de muchas cosas”, les dijo sin necesidad de mayor explicación.

Pero ese no fue el único encuentro de los líderes del movimiento con un ex presidente. Una semana antes, el martes 2 de agosto, Schalper y Correa llegaron hasta las oficinas de Apoquindo 3000, donde sostuvieron una larga reunión con el ex presidente Sebastián Piñera, a quien le dejaron la misma invitación sobre su escritorio.

Con estas dos reuniones, más visibles, más mediáticas, los directivos de IdeaPaís y Construye Sociedad dieron pasos concretos en su objetivo de convertirse en actores relevantes del revuelto escenario político actual.

Desde la centroderecha, aunque ellos se definan como “lote socialcristiano”, buscarán construir una plataforma que se ponga a disposición del próximo presidente de Chile. Obviamente lo hacen desde el conglomerado de oposición Chile Vamos, pero no se ponen límites.
“Queremos influir en los programas de gobierno y por eso nos hemos reunido con los ex presidentes Lagos y Piñera, quienes se vislumbran como posibles candidatos. También nos hemos reunido con el senador Manuel José Ossandón y tenemos agendado al ex ministro Jorge Burgos, entre otros actores relevantes”, cuenta Diego Schalper. El plan es completo: en 2017 quieren aprovechar el nuevo sistema electoral y llegar al Congreso. Desde ahí, convertirse en el contrapeso de quienes hoy, desde la juventud e ímpetu de sus movimientos políticos, pero desde la vereda contraria, consiguieron conquistar el corazón de la ciudadanía: Gabriel Boric y Giorgio Jackson. Aunque no se comparan, Schalper dice que hoy ellos están “ganando por walk-over”.

Los años de entrenamiento

Primero fue IdeaPaís. Después de egresar de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (UC) y quebrar con el Movimiento Gremial (MG) del que era parte, Schalper y un grupo de gremialistas desencantados deciden crear una plataforma desde la cual construir un discurso nuevo en la centroderecha. Bajo el alero de esta institución lanzan una propuesta más social que se planta en la vereda contraria a las visiones liberales del movimiento del que alguna vez fueron parte Cristián Larroulet, Jaime Orpis y Jaime Bellolio, aunque comulgando en los temas valóricos. Schalper promueve también la creación de un movimiento universitario que se propone como objetivo central hacerle contrapeso a la fuerte herencia de Jaime Guzmán en la UC. Pese a la resistencia de los sectores tradicionales, Solidaridad UC surge como una alternativa que rápidamente se posiciona. Ambas plataformas se dedican a la formación de jóvenes, muchos de los cuales terminaron colaborando en el gobierno del ex presidente Piñera. Otros se convirtieron en asesores legislativos, trabajaron en municipios, ONGs como Techo para Chile, entre otras, y formaron sus propios emprendimientos en el área social.

En paralelo, Schalper y compañía también comenzaban a delinear un perfil más político, pero siempre desde el mundo de las ideas. Durante 2013 el ex candidato presidencial Pablo Longueira le pidió colaboración al líder de IdeaPaís para su campaña, pues necesitaba rostros juveniles. Correa, por su parte, participó en la campaña senatorial de Ossandón. La vinculación con el “centro social” era más que evidente. Hasta que en 2014 y con la centroderecha fuera del poder deciden saltar a la arena política y fundan el movimiento político Construye Sociedad. A partir de estas tres plataformas, Schalper, Correa y Stewart, entre otros, comienzan a liderar una convergencia de voces, desde la derecha hasta el centro más cercano a la Nueva Mayoría, pero esta vez con la idea de pasar a la ofensiva política y ocupar derechamente espacios de poder.

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“Buscamos ser un centro articulador, tenemos principios y valores claros y nos posicionamos desde la centroderecha, somos parte del comité político de Chile Vamos, pero desde ahí buscamos conquistar a sectores desencantados más allá del conglomerado, también en la Nueva Mayoría”, explica Correa.

Esta convergencia cuenta con el respaldo de un grupo de respetados intelectuales que se han transformado en la renovación ideológica de la centroderecha y que sirven como contrapeso al fuerte liderazgo en la izquierda de pensadores como Carlos Ruiz: el filósofo Hugo Herrera, el abogado Joaquín García-Huidobro y los referentes del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) Pablo Ortúzar y Daniel Mansuy, entre otros, con quienes construyeron un espacio de diálogo que permitió nutrir de contenido a las propuestas de las tres plataformas, al que sumaron el sitio electrónico ChileB como canal de difusión.

A partir de estas conversaciones idearon lo que bautizaron como “Grupos de Desarrollo Humano”: 12 comisiones temáticas dirigidas por un investigador ad hoc y en las que participan figuras transversales del mundo político y técnico, cuyos contenidos serán incorporados en el libro que se lanzará en marzo del próximo año.

Las ex autoridades Pedro García, Zarko Luksic, Mariana Aylwin, Claudia Peirano, José Pablo Arellano, entre otros, además de Eduardo Saffirio y Sergio Micco, son algunas de las figuras que desde la centroizquierda han aportado insumos para la propuesta, que quedará disponible para el candidato presidencial que consideren más afín.

“El diagnóstico original era que la derecha no era capaz de ofrecer un proyecto país, y hoy lo vemos concretado. El binominal tenía cómoda a la derecha, porque al final sólo atajábamos goles, nunca proponiendo. Para eso nosotros buscamos el diálogo porque tampoco el gobierno con su retroexcavadora era capaz de hacerse cargo de los problemas. Nosotros queremos recuperar el consenso, los acuerdos”, dice Cristóbal Ruiz-Tagle, uno de los investigadores de IdeaPaís.

El grupo también pondrá a disposición de un próximo gobierno esa misma masa de profesionales formados al alero de IdeaPaís. “Estamos, hace un año, generando una red de profesionales jóvenes afines a nuestras organizaciones para que si el día de mañana logramos que la coalición de la que formamos parte llegue al gobierno, podamos ofrecerle al presidente una nómina de 200 personas con vasta experiencia en el mundo social”, cuenta Schalper.

Todo apunta a Piñera

“Para influir de verdad, el próximo paso es estar sí o sí en el Parlamento”. Schalper y Correa no esconden sus deseos de replicar el hasta ahora bien valorado modelo de Revolución Democrática (RD), que también se articuló a partir de una propuesta multiplataforma: el movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU) en la UC, la Fundación Dialoga —vinculada a Michelle Bachelet— y el sitio web Sentidos Comunes, donde plasmaban sus contenidos.

Así, en Construye Sociedad apuestan por dar el siguiente paso que dio RD, y que es la conquista de espacios de influencia: ya están midiendo a sus principales figuras en varias regiones del país para levantar al menos cinco candidaturas a diputado en las parlamentarias del próximo año, las primeras sin sistema binominal.

“Buscamos ser un centro articulador, tenemos principios claros y nos posicionamos desde la centroderecha, somos parte del comité político de Chile Vamos, pero desde ahí buscamos conquistar a sectores desencantados más allá del conglomerado”, dice Correa.

Antes de eso también comenzaron a participar activamente de la articulación política en Chile Vamos, donde fueron invitados a los dos consejos políticos organizados por el bloque. IdeaPaís y Construye Sociedad estuvieron presentes, pero no sin un dejo de decepción. A los dos encuentros llevaron propuestas que se quedaron en el tintero, detrás de temás más urgentes como los electorales que, a la postre, terminaron monopolizando los encuentros.
Schalper propuso con Herrera y Ortúzar un modelo de coalición que plasmaron en un documento con 14 puntos en los que establecían protocolos internos hasta para la elección del candidato presidencial.

“Propusimos, en el seno del consejo político, crear una comisión que revisara las estructuras del modelo de coalición, pero también para cambiar los estatutos de la coalición y hacer planteamientos coherentes en materia de derechos humanos y derechos indígenas, por ejemplo. Pero como somos un movimiento, la capacidad de influencia es menor que si estuviéramos en el Parlamento”, cuenta Schalper.

Pese a ello seguirán movilizándose: después del encuentro con Burgos el próximo 1 de septiembre, comenzarán una ronda de reuniones con personajes afines en el conglomerado: ya agendaron reuniones con el ex vocero de gobierno de Piñera, Andrés Chadwick, y los senadores RN Andrés Allamand, Alberto Espina y Francisco Chahuán. Pero buscan la transversalidad tan esquivada, dicen, por el mundo político. Para reforzar esta idea aportan un último dato: solicitaron reuniones a las presidentas del PS, Isabel Allende, y de la DC, Carolina Goic, de las que no han tenido respuesta.
¿No será que en realidad están construyendo una plataforma para Piñera? Responden sin rodeos: “Sin duda, de todas maneras es una opción”.

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