Por Qué Pasa. Julio 25, 2016

El 7 de julio, Juan Emilio Cheyre fue detenido en calidad de encubridor de 15 asesinatos en el Regimiento Arica La Serena en 1973, en el marco el caso Caravana de la Muerte. Ese año, el ex comandante en jefe del Ejército, con 25 años, ejercía como ayudante del coronel Ariosto Lapostol. Mario Carroza, ministro en visita que investiga el caso, aseguró a ADN que Cheyre tenía "conocimiento de lo que estaba sucediendo" al interior del regimiento. Lo que él niega tajantemente.

Su detención, entonces, fue un duro golpe para la opinión pública. Sobre todo cuando, en su calidad de comandante en jefe del Ejército, fue el primer militar en reconocer ante el país las violaciones a los derechos humanos perpetrados por la institución durante la dictadura, en un texto difundido por La Tercera.

Cheyre, desde su detención, no había querido hablar. Hasta la semana pasada, cuando eligió a La Tercera y a Canal 13, medios en los que, el mismo día, se refirió extensamente a su detención y a la defensa de su inocencia.

"Mi único pecado es haber estado ahí", declaró quien actualmente se encuentra en libertad provisional tras pagar fianza.

"Atribuyo todo lo que está pasando acá a una confluencia perversa entre dos extremos. En mi caso, cuando hablan desde el mundo de los DD.HH. lo hace desde el dolor, pero también circula mucha información falsa, basada en invenciones de la gente de Manuel Contreras, vinculada a la Dina", dijo en la misma entrevista.

Reacciones

Desde la vereda opuesta, las reacciones no tardaron en llegar. La abogada Carmen Hertz cuyo marido, Carlos Berger, fue asesinado por la Caravana de la Muerte en su paso por Calama, calificó sus dichos de "insolencia". "Nosotros hemos sido las víctimas de la Dina, no él. Nuestros familiares y el colectivo que formamos fuimos el objetivo a exterminar por la Dina, no él" señaló a La Tercera.

Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos añadió: "Me parece una provocación intentar fijar como parte de una operación a los sobrevivientes de la dictadura cívico militar y ponerlos al mismo nivel que Manuel Contreras".

Hay que recordar que este no es el primer episodio en el que el militar se ve cuestionado respecto de su responsabilidad en actos durante la dictadura. En 2013 debió renunciar a la dirección del Servel tras conocerse que en 1973 entregó a Ernesto Lejderman, entonces un niño de dos años, a un convento luego de que sus padres, el argentino Bernardo Lejderman y la mexicana Rosario Ávalos, fueran fusilados por miembros del Ejército.

Ayer, La Tercera dio a conocer, además, que Cheyre tiene redactada una carta hace varios días dirigida a la presidenta Bachelet con su renuncia al directorio del mismo servicio, la que aún no firma, dice, por un sentimiento de responsabilidad, para no dejar sin el quorum para sesionar antes de las elecciones municipales.

 

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