Por Víctor Hugo Moreno y David Muñoz Julio 15, 2016

La escalada definitiva

“Aquellos que me tratan de neoliberal, me parece que ni siquiera han leído todo lo que he escrito después de que fui presidente”. La frase no la olvidan con facilidad los miembros de la mesa directiva del PPD que el lunes pasado estuvieron frente a frente con el ex presidente Ricardo Lagos Escobar en una larga mesa del Café Torres de Isidora Goyenechea, en Las Condes.

El encuentro fue más que un gesto de cortesía del ex mandatario con el partido del que es su fundador. Para quienes estuvieron presentes, fue una velada esclarecedora: Lagos está pensando en una repostulación y lo está pensando en serio, fue el comentario en privado de los asistentes. Incluso más allá de lo que él mismo verbalizó un par de días antes de esta cita en una entrevista en radio Pudahuel, en el popular programa La Mañana de Pablo Aguilera. “Lo estoy pensando”, dijo ese día, dando un paso adelante respecto del “hablemos en marzo” (apuntando a marzo de 2017 como el momento indicado para hablar de candidaturas) lanzado unos meses atrás, cuando se ofuscaba casi hasta el hartazgo con los periodistas que le preguntaban por la posibilidad de una candidatura a La Moneda.

“Aquellos que me tratan de neoliberal, me parece que ni siquiera han leído todo lo que he escrito después de que fui presidente”, le dijo Ricardo Lagos a la mesa directiva del PPD en el encuentro del lunes pasado en el Café Torres de Isidora Goyenechea.

Menos de 48 horas después de este sinceramiento de Lagos, fue su correligionaria Isabel Allende, presidenta del PS, quien siguió sus pasos. El sábado en un entrevista en El Mercurio se declaró dispuesta a convertirse en la candidata presidencial del partido. Las palabras de la senadora por Atacama causaron un revuelo inusitado pues ella misma había dicho hasta el cansancio que “no hablaría” de candidaturas sino hasta después de las elecciones municipales de octubre próximo. Sus palabras terminaron apurando otra decisión: el encuentro de Lagos con el PPD, gestionado desde hace meses, se realizaría sin falta el lunes, aunque el problema que aparecía en el horizonte era pactar el lugar de la reunión. Como en cada uno de estos movimientos, tanto Lagos como la directiva PPD no querían dejar nada                                                           al azar ni dar señales equívocas.

En las discusiones para buscar un escenario idóneo, según quienes participaron de las conversaciones previas, se desecharon al menos tres alternativas: la casa del ex ministro Sergio Bitar, porque podría ser interpretado como un guiño a la extinta Concertación; la casa del presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, porque mostraba a Lagos a merced de la colectividad; y asimismo respecto del caso contrario: la imagen de la directiva del partido visitando al ex presidente en su fundación, Democracia y Desarrollo, recordaría la famosa “procesión a Caleu” que tantos malos recuerdos le trae a la Concertación, cuando los altos dirigentes del conglomerado viajaban en masa al balneario a pedirle al ex mandatario en su casa de veraneo que se atreviera a volver a La Moneda. La historia es conocida y las indefiniciones de esos años terminaron con el bloque fuera del gobierno después de 20 años en el poder.

La neutralidad que ofrecía el Café Torres terminó imponiéndose y la conversación se dio en unos términos muy distintos al 2008. Lagos se mostró disponible para una nueva aventura presidencial y para amoldarse a los tiempos que corren. También adelantó los plazos: dejó atrás la idea de marzo de 2017 y reconoció que el día después de las municipales comienza la verdadera cuenta regresiva. En menos de cinco días, la carrera presidencial en la Nueva Mayoría se desató como una tormenta inesperada. ¿Qué precipitó las cosas?, es lo que varios todavía se preguntan.

Miedo al vacío

El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, sirvió de moderador y abrió los fuegos en la cita del Café Torres. Hablaron cada uno de los integrantes de la mesa directiva del partido, varios de ellos rostros jóvenes y poco conocidos a los que Lagos escuchaba por primera vez y quienes también se estrenaban en las grandes ligas. Los dirigentes reconocieron que el partido no goza de buena salud y que uno de los mandatos de esta nueva mesa es revitalizar a la colectividad, dotarla de nuevos contenidos, sacarla a flote. Lagos escuchó atento uno a uno los planteamientos. En ese contexto, los dirigentes le señalaron que su liderazgo era clave para salir de la crisis pero que para ampliar su base de apoyo debía comenzar a sintonizar con los sectores más a la izquierda de la Nueva Mayoría y fuera de ella, y que el PPD en esto, puede jugar un rol relevante. Uno de los presentes le recordó su posición a favor de la legalización de todas las drogas, partiendo por la marihuana, o sus declaraciones en favor del aborto, temas con que, según el planteamiento, podrían ayudar a alejarlo de los temas de su gobierno que hoy le persiguen como el de las concesiones y el del Crédito con Aval del Estado (CAE).

Lagos lanzó una arenga al PPD: llamó a enfrentar a la derecha y especialmente a Piñera, a quien, según dijo, ni siquiera le ha hecho mella el caso SQM. Si las elecciones fueran el domingo, agregó el ex mandatario, perderíamos con Piñera y no estamos haciendo nada para evitarlo.

La conversación fluyó hasta que el ex presidente tomó la palabra. Hasta ahora se sabe que el ex mandatario mostró su disposición a tomar una decisión respecto de sus opciones presidenciales antes de enero y ya no en marzo. También se habló de mecanismos: dicen los consultados que, por primera vez, se mostró disponible para competir a una primaria de la Nueva Mayoría, pero tampoco descartó un acuerdo político o medirse a través de las encuestas, donde enfatizó que espera estar lo más arriba posible.

También se manifestó preocupado por el escenario económico y los problemas de gestión del gobierno. En este punto se detuvo y se explayó, según los presentes consultados, en la sensación de vacío de liderazgo que proyecta la Nueva Mayoría, algo que, dijo, se acrecienta con el pesimismo imperante: los conflictos internos y la baja aprobación del gobierno y sus reformas instalaron la idea de una derrota en las próximas presidenciales.

Todo ese escenario es favorable a Sebastián Piñera, dijo Lagos, agregando que el ex presidente de centroderecha “ha corrido solo todo este tiempo”. Aquí el ex mandatario lanzó una arenga: los llamó a enfrentar a la derecha y especialmente a Piñera, a quien, según dijo, ni siquiera le ha hecho mella el caso SQM donde su ex administrador de campaña y ex gerente de Bancard, Santiago Valdés, fue incluso formalizado. Si las elecciones fueran el domingo, agregó Lagos, perderíamos con Piñera y no estamos haciendo nada para evitarlo, dijo según uno de los presentes.

Otra condición que puso sobre la mesa fue la necesidad de que exista un consenso amplio respecto de su opción.

Las ganas que mostró el ex presidente en la conversación entusiasmó a los PPD y convenció a varios de que su frase “lo estoy pensando” era una señal decisiva. Altos dirigentes de la Nueva Mayoría señalan que pese a lo sorpresivo de su declaración, el ex mandatario venía dando señales clarísimas por lo menos desde marzo pasado. A nadie le extrañó de hecho cuando los primeros días de junio apareció en las planas centrales del cuerpo de Reportajes de El Mercurio presentando sus 15 ideas fuerza sobre el “Chile del futuro”. La publicación fue leída en clave política en el oficialismo y la oposición y generó tanto ruido que un mes después el ex presidente Sebastián Piñera utilizó exactamente el mismo espacio para entregar “su visión del país”. Dicen, en el cerrado entorno de Lagos, que la publicación de Piñera lo irritó.

Otro episodio que, dicen en el PPD, incomodó al ex presidente socialista fue el encuentro privado e informal que sostuvieron integrantes de la mesa del partido con Isabel Allende a fines de junio pasado. Encuentro al que asistió el senador PPD Guido Girardi, uno de sus principales detractores al interior de la colectividad.

Las aguas venían agitadas. Y Lagos tomó nota.

El paraguas de Allende

A principios de abril circuló entre dirigentes socialistas una encuesta que venía con el sello de Imaginaccion, empresa de comunicación estratégica del ex ministro socialista Enrique Correa. Los resultados de dicho sondeo, que nunca se hicieron públicos, mostraban a Lagos y Allende muy empatados, pero por debajo del ex presidente Sebastián Piñera. El estudio medía atributos, aceptación y rechazo. Los resultados no convencieron al ex presidente, pero sí envalentonaron a la presidenta del PS, según reconocen sus cercanos.

Hace dos semanas Isabel Allende se reunió en privado con los principales líderes de Revolución Democrática. En el encuentro participaron el diputado Giorgio Jackson y Sebastián Depolo, coordinador nacional de RD, además de Ricardo Solari, uno de los principales aliados políticos de la senadora en el PS.

De ahí en más, en el PS y particularmente en el colectivo Nueva Mayoría Socialista, grupo transversal de dirigentes que llevó a Allende a dirigir el partido, buscaron convencer a la senadora por Atacama de que la fuerza de los hechos se imponía: sus opciones seguían siendo válidas. Incluso, después del episodio de la fallida inscripción del pacto de primarias legales del bloque, a fines de abril, donde toda la responsabilidad recayó en la senadora PS, los sondeos internos que manejaba la mesa de su partido demostraban que la correlación de fuerzas con Lagos seguía siendo pareja.

Semana a semana sus asesores, liderados por su jefe de gabinete, Leonardo Jorquera, y el secretario general del PS, Pablo Velozo, intentaban convencerla de que poco a poco se acercaba el momento de entregar señales más concretas.

La senadora comenzó a recorrer el país y a desplegarse, al tiempo que inició una ronda de conversaciones políticas, secretas y privadas que no resistieron en ese ámbito. Fue así que trascendió el encuentro informal con las cúpulas del PPD, mientras en paralelo venía tejiendo una nueva relación con la DC a partir de la llegada de Carolina Goic a la presidencia del partido. Ambas sellaron el acuerdo de concejales entre ambos partidos y comenzaron a visitar regiones juntas proclamando candidatos. Pero hubo otros contactos desconocidos hasta ahora y que resultan clave para la base de apoyo que busca más allá de las fronteras de la Nueva Mayoría: fuentes cercanas a Allende cuentan que hace dos semanas se reunió en privado con los principales líderes de Revolución Democrática. Según esta versión, en el encuentro participaron el diputado Giorgio Jackson y Sebastián Depolo, coordinador nacional de RD, además de Ricardo Solari, uno de los principales aliados políticos de la senadora en el PS. Consultado sobre el encuentro, Jackson niega haber participado del encuentro. Depolo, en tanto, reconoce haberse encontrado con Allende, pero como parte de las conversaciones que la colectividad tiene con muchas fuerzas políticas.

Este primer acercamiento puede ser crucial y le permite a Allende fortalecer su opción frente a la principal debilidad de Lagos: la izquierda y la generación sub 40. De todas maneras, entre los cercanos a la senadora reconocen que si bien tenía planificado sincerar “luego” su disposición presidencial, la señal de Lagos en radio Pudahuel apuró definitivamente las cosas y la tomó por sorpresa.
Lo que viene ahora será clave: en el PS encargaron una gran encuesta en la que medirán intención de voto y enfrentarán a todas las opciones del bloque frente a Piñera: Lagos, Allende, Alejandro Guillier, e incluso Marco Enríquez-Ominami, de quien nadie se atreve a señalar que ha perdido opciones, pese al fuerte impacto del caso SQM en sus pretensiones.

En el entorno de Allende y varios en el PS están convencidos de que la senadora es más competitiva frente a Piñera que Lagos en una eventual segunda vuelta.

Incluso dicen que, a diferencia de Lagos, Allende sí estaría dispuesta a pactar con ME-O un eventual apoyo en segunda vuelta, lo que ampliaría la opción del bloque más allá de lo que es hoy.

De todas maneras, la postura de la jefa del PS es hoy una sola: debe haber primarias. Quienes la conocen saben que hace varios meses no hubiera dudado en bajar sus pretensiones frente a un ex presidente Lagos encumbrado —a quien respeta y le tiene cariño— pero hoy, dicen en el PS, tal escenario no es posible. De hecho, aún hay pendiente entre ambos una conversación que, según dicen, el ex mandatario viene buscando hace bastante tiempo.

¿Camino propio?

El sinceramiento de Lagos puso nerviosos a varios en la DC. Hace varios meses que se viene discutiendo la opción del “camino propio”, es decir, de llegar a primera vuelta con una carta propia, para evitar el escenario de primarias de 2013 donde Claudio Orrego llegó tercero detrás de Bachelet y Andrés Velasco. El factor que atizó esta idea es que la próxima elección parlamentaria se estrenará con un nuevo sistema electoral que puede redefinir la correlación de fuerzas. ¿El problema? Hoy por hoy ninguna de las posibles cartas de la DC tiene la fuerza suficiente para levantar una candidatura presidencial con serias expectativas. A la voluntad que ha mostrado el senador Ignacio Walker se le cruzó en el camino el liderazgo insurgente de Carolina Goic, pero de nuevo, sin marcar en las encuestas.

En este escenario la dinámica de hechos del fin de semana y la reunión de Lagos con el PPD apuraron conversaciones entre el ex mandatario y dirigentes DC. Diálogos que el ex presidente venía manteniendo, como con el ex ministro del Interior, Jorge Burgos, quien se reunió hace unos días con Lagos, algo que también hizo el propio Walker. La señal DC a Lagos ha sido clara: es necesaria una definición pronta, pues todos entienden que la opción de Lagos es la más atractiva para una DC que podría mantener una posición de liderazgo en un futuro gobierno. “El escenario hasta ahora es que Lagos no es candidato y ese escenario puede cambiar en la medida que se decida. Es bueno que Lagos apure y tome una decisión”, dijo a Qué Pasa el diputado DC Matías Walker.

En el partido convence principalmente la cercanía programática con el ex presidente y la distancia que éste marca de sectores más a la izquierda, como el propio PC, siendo un factor que está lejos de incomodar a los democratacristianos. De hecho, no son pocos los que prefirirían un futuro conglomerado sin el partido de la hoz y el martillo.

De todas maneras el resultado que obtenga el partido en las municipales será clave para despejar los fantasmas de una atribulada DC.

Guillier camina en serio

El 15 de marzo de 2016 el animador de TV Sergio Lagos dijo de forma espontánea en el programa Mentiras Verdaderas que su candidato a la presidencia era Alejandro Guillier. Al día siguiente dicha proclamación fue comentada al interior de las filas del Partido Radical (PR), pero más bien en un tono de broma. Sin embargo, al paso de las semanas la idea fue tomándose más en serio. Comenzaron a evaluar y se dio inicio a las primeras acciones.

En el PR ya se había efectuado una autocrítica por la anterior aventura presidencial del hoy ministro de Defensa, José Antonio Gómez, concordando que dicha candidatura se había movido demasiado hacia la izquierda, contradiciendo los ideales socialdemócratas del radicalismo. Además, Guillier encarna los valores del PR: un perfil moderado, siempre cercano al radicalismo por su calidad de masón —pese a no haberse decidido nunca a fichar como militante—, sumándose a ello un importante nivel de conocimiento que, según diversas encuestas, supera el 60%. Una cifra nada despreciable.

Tras los primeros acercamientos se decidió que el periodista participara en la campaña para las primarias de candidatos del PR, para observar en terreno la reacción de la gente. Los resultados de ese experimento sorprendieron por el alto nivel de simpatía popular. Un dato: en todas aquellas comunas que quedaron fuera de las primarias legales y se terminaron definiendo los candidatos a alcaldes por encuestas, en los sondeos se incluía una pregunta presidencial con la misma fórmula: Piñera, Lagos, Allende y Guillier.

En el entorno de Guillier tienen conciencia de que la candidatura del senador debe ampliar horizontes más allá del PR. Con eso no basta. Y en esa cruzada ya se han iniciado acercamientos con algunos aliados de la Nueva Mayoría, sobre todo con quienes carecen de un candidato en la mira. El Partido Comunista es uno de estos. Así, ya han existido algunas conversaciones entre Ernesto Velasco, jefe de los radicales, y Guillermo Teillier.

Sin embargo, en el PC no quieren adelantarse a ninguna dinámica presidencial hasta después de las municipales.

El escenario está revuelo en el oficialismo. Las municipales están a la vuelta de la esquina y todos los expertos electorales insisten en que lo sucedido estos días era inevitable.

“La apuesta de Lagos era el vacío, algo equivalente a lo que sucedió con Bachelet en 2013”, dice el ex PPD y experto electoral Pepe Auth. “Pero él no tiene la posición excepcional que tenía Bachelet en la opinión pública, y ni Allende ni Guillier son equivalentes a Orrego, Gómez y Velasco”.

Relacionados