Por David Muñoz y Víctor Hugo Moreno // Ilustración: Vicente Martí  Marzo 18, 2016

Clic, la foto

La presidenta del PS, Isabel Allende, viajó este jueves hasta Puerto Varas acompañada de un periodista y un fotógrafo, este último contratado especialmente para la ocasión. En la Región de Los Lagos, Allende buscaba dar un paso importante: ante un auditorio de concejales socialistas, quería medir y tomar la temperatura de sus opciones presidenciales. El fotógrafo viajó a petición de los propios militantes y con autorización del partido: desde hace varias semanas que se venían acumulado en la sede del PS las peticiones de candidatos, alcaldes y concejales que querían una fotografía con la senadora por Atacama.

Allende es la figura mejor evaluada del espectro político, pues si bien comparte podio con el ex presidente Sebastián Piñera con un 37% de evaluación positiva, tiene dos puntos menos de rechazo, según la última encuesta CEP.

Es decir, se trata de un liderazgo socialista que se encuentra en la pole position con miras a 2017. El otro es el ex presidente Ricardo Lagos Escobar, quien, por el contrario, se saca fotos a veces, con quienes le piden en cuanto seminario o evento asiste, pero no para hacer campaña. En público, Lagos dice que no es ni será candidato, mientras en privado mantiene conversaciones con los partidos y figuras políticas, a quienes entrega pistas en uno y otro sentido.

En el PS y la Nueva Mayoría están preocupados, porque saben que a diferencia de otras elecciones, la municipal de octubre próximo es el ensayo general de la presidencial y parlamentaria de 2017. Nada puede quedar al azar. Cualquier error puede costar la continuidad del gobierno. Bien lo sabe el ex presidente Piñera.

En el PS y la Nueva Mayoría están preocupados porque saben que, a diferencia de otras elecciones, la municipal de octubre próximo es el ensayo general de la presidencial y parlamentaria de 2017. Nada puede quedar al azar. Cualquier error puede costar la continuidad del gobierno.

El 28 de octubre de 2012, por ejemplo, es un día que difícilmente olvidará. Esa noche la centroderecha sufrió una dura derrota municipal, perdiendo comunas emblemáticas —Santiago, Providencia, Concepción, Recoleta, Independencia, La Reina y Ñuñoa—. Esto, provocó que al día siguiente Andrés Allamand y Laurence Golborne dejaran el gabinete para iniciar la carrera presidencial. La medida, aunque espectacular, fue insuficiente para contener a la encumbrada Michelle Bachelet.

Aunque no tiene la imbatibilidad que tenía la ex directora de ONU Mujeres el 2012, el ex mandatario hoy corre con ventaja.

Piñera jugará un rol clave en las municipales y, en base al resultado, tomará su decisión presidencial. Ya está decidido que no anunciará su candidatura en abril, como lo dijo hace unos meses su ex vocera de gobierno, Cecilia Pérez. Andrés Chadwick está trabajando en la búsqueda y apoyo de candidatos, y desde su núcleo de fuerza, la fundación Avanza Chile, preparan sus movimientos. A Chile Vamos han transmitido que el ex presidente está disponible. El que quiera foto, la tendrá.

ME-O, por su parte, recorrerá todo Chile varias veces, confiado en que la polémica de esta semana —desatada por la revelación del uso de un jet privado de la empresa brasileña OAS en su campaña de 2013— será pasajera. Su meta es mantener las siete alcaldías y sumar dos emblemáticas, aunque el éxito más probable está en San Bernardo con Marisela Santibáñez.
La próxima junta DC, junto con ratificar la estrategia municipal, acordará que el partido lleve un candidato propio a primera vuelta, descartando la opción de participar en las primarias del bloque. El senador Ignacio Walker, el DC con más ganas convertirse en abanderado, también tiene una estrategia.

Para el oficialismo el factor presidencial es un problema también por la diversidad de ofertas que se van a levantar antes, durante y después de las municipales. Sin ir más lejos, el PR, otro partido histórico de la centroizquierda, ya está avanzando en la construcción de una candidatura propia, donde crece la opción del senador Alejandro Guillier.

“Chile Vamos quiere presidencializar la elección, concentrándose en Piñera. Y al revés, la centroizquierda, como tiene varias candidaturas posibles, va a intentar que la elección esté más concentrada en las disputas locales. Va a ser una tensión permanente y se va a provocar un cierto desorden”, cree el experto electoral PPD René Jofré, quien en mayo aspira a convertirse en el secretario general del partido.

La marcha blanca

Alcaldes NM¿Cuánta plata nos va a dar el partido? El presidente de la UDI, Hernán Larraín, tiene una respuesta preparada para la pregunta más recurrente que diariamente le hacen los candidatos a alcaldes y concejales. “Le vamos a comprar un par de zapatillas nuevas”, responde el senador. La anécdota surge de la realidad más evidente: la UDI es el partido más vapuleado por las investigaciones sobre financiamiento irregular de la política, siendo el caso Penta el más emblemático, por lo que esta será la primera elección, desde la recuperación de la democracia, en que el partido no recibirá aportes de empresas.

Este sábado la directiva intentará dar una inyección de energía a la militancia con la presentación de un nuevo proyecto político y una nueva imagen.

Pero la situación financiera de la UDI se repite en todos los partidos.

Sin financiamiento de empresas, prohibido en la nueva ley, la esperanza de gran parte de las colectividades está puesta en el financiamiento público asegurado en la nueva ley de partidos políticos, aprobada en el Congreso recientemente.

El próximo miércoles 6 de abril, el Servel publicará los límites de gasto electoral que regirán la próxima campaña y por esos días debería llegar a los partidos el primer aporte trimestral de recursos públicos. El problema es que la nueva ley aún no es promulgada y se encuentra bajo revisión de la Contraloría, lo que también podría dificultar la fiscalización durante el próximo proceso eleccionario.

El presidente del consejo directivo del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría, lo grafica así: “La ley que otorga nuevas tareas, facultades, atribuciones, un mayor número de personas y el presupuesto correspondiente para su contratación, capacitación y para la necesaria inversión en tecnología, aún no ha sido publicada y, por lo tanto, no entra en vigencia. Ante ello, el 2016 será un año de implementación gradual de la ley, con controles aleatorios y una verdadera marcha blanca”.
Si se publica en los próximos días, la primera semana de abril los 14 partidos legalmente inscritos recibirán poco más de 6 mil millones de pesos, distribuidos de acuerdo al caudal de votos y representatividad de cada uno. Es lo que los partidos han llamado la “primera remesa”.

“Básicamente, tenemos gastada la primera remesa”, dice un dirigente, que prefiere mantener esta reflexión en privado.
En promedio, los partidos más grandes, desde la UDI hasta el PC, recibirán entre 1.000 y 200 millones de pesos cada tres meses, estando ambos en los extremos.

Si bien el texto legal establece una serie de ítems y fronteras respecto del destino de los fondos, hay quienes creen que se trata de un espacio amplio de libertad para el uso de los recursos estatales.

No está regulado cuánto van a destinar a campañas y cómo lo van a rendir: la ley autoriza a destinar recursos hacia “la preparación de candidatos a cargos de elección popular”, sin mayores exigencias.

El problema, dicen en los partidos, es que cuando llegue la primera “remesa” las directivas van a enfrentar una fuerte lucha interna entre alcaldes y concejales que van a la reelección, y candidatos, por la distribución y repartición de dichos recursos. Aunque, hay partidos como el PS que tienen patrimonio propio y recursos de sobra.

Este fue precisamente uno de los principales temas que se discutieron en la inauguración del VII Congreso Nacional de Concejales, que se realizó esta semana en Puerto Varas y donde el ex presidente del Consejo Anticorrupción, Eduardo Engel, realizó una fuerte crítica a las leyes de probidad aprobadas desnudando los baches que se enfrentarán en su aplicación práctica en las municipales.

Mientras tanto, los partidos se preparan y buscarán profesionalizar la administración de estos recursos. En el PPD, por ejemplo, los candidatos a la próxima mesa, elegida por consenso en mayo, Gonzalo Navarrete y René Jofré, exigieron a la colectividad la contratación de un equipo de administración compuesto por un abogado y un contador auditor externo.

¿Confianzas rotas?

La abstención más alta en la historia electoral chilena se registró el 28 de octubre de 2012 en las elecciones municipales, marcando un peak de 60%, en el estreno del sistema de voto voluntario. Un escenario que se repitió en 2013, donde ni la expectativa parlamentaria ni la presidencial fueron suficientes para encantar a un electorado en declive. La cifra alcanzó a un 59%, reavivando las esperanzas de los defensores del voto obligatorio, de revertir la medida.

A casi siete meses del próximo reto electoral, el fantasma de una alta abstención se asoma con más fuerza que nunca: la crisis de confianza política es grave, alimentada por el estallido de los escándalos de financiamiento a la política. Los más pesimistas creen que la desencantada ciudadanía castigará con fuerza a los partidos y sus representantes en la próxima elección municipal. Una situación difícil de medir con anticipación, según expertos electorales. “Es difícil prever cuánto será la abstención, porque la gente tiende a ver que todavía es una obligación votar, por lo tanto no confiesa que no va a votar”, dice Mauricio Morales, investigador de la UDP. Pese a este negro panorama, en los partidos creen que no habrá este llamado “voto de castigo”.

La principal crítica de los partidos hacia el gobierno es que no existe una estrategia desde La Moneda para enfrentar las municipales, más allá de la gestión de recursos en comunas clave o visitas de la mandataria a ciertas zonas. “No hay un relato”, dicen en el bloque.

“Creemos que estas municipales son una oportunidad para movilizar y entusiasmar a los ciudadanos y hacer conciencia de lo relevante que es que participen en las decisiones que afectan al gobierno local. Creemos que no tendremos los niveles de abstención que dicen vamos a tener”, explica el secretario general del PS, Pablo Velozo.

En la Nueva Mayoría exhibieron esta semana cifras que pueden contribuir a ahuyentar el pesimismo: en 79 comunas donde el PPD, la DC y el PS hicieron primarias internas el domingo pasado, votaron casi 60 mil personas. El PS, por ejemplo, registró más de 17 mil votantes en 15 comunas, representando una cifra inédita, considerando que en sus últimas elecciones internas para elegir directiva, de carácter nacional, votaron 32 mil personas.

Este fenómeno se explicaría pues, según expertos, la baja participación política fortalece el voto activista o militante.
En Chile Vamos creen que precisamente la crisis de desconfianza los podría golpear más fuerte que al oficialismo, pues fue en la última elección donde quedó demostrado que el voto “duro” de la Nueva Mayoría es más fiel que el de los partidos de la Alianza por Chile.

Sin relato

En medio de la última cena que la presidenta Michelle Bachelet compartió con las máximas autoridades de la Nueva Mayoría en Cerro Castillo el pasado 13 de enero, la mandataria puso un tema sobre la mesa: las elecciones municipales. Según varios de los asistentes, la jefa de Estado solicitó a los presidentes de partidos trabajar con celeridad en vías de lograr pronto un acuerdo municipal. Fue un fuerte llamado al orden que invitaba a reflexionar sobre el futuro de la coalición. Preocupación que ha traspasado a la mandataria hace meses el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, quien sigue desde primera línea el proceso, dada su experiencia como ex encargado electoral del PS y el bloque.

Tras maratónicas reuniones de los secretarios generales y presidentes, el oficialismo no logra ponerse de acuerdo. Varios culpan al gobierno de este estancamiento en las negociaciones entre partidos oficialistas, pues, afirman, no está cumpliendo su misión de ser un factor de orden. Todo, porque La Moneda no ha sido capaz de encontrar un relato y una estrategia clara. Y ni pensar en la proyección del conglomerado.

La principal crítica de los partidos hacia el gobierno es que pese a este llamado de la presidenta, no exista una estrategia desde La Moneda, más allá de la gestión de recursos en comunas clave, o visitas de la mandataria a ciertas zonas. “No hay un relato”, dicen en el bloque, mientras el gobierno se esfuerza por completar su programa de reformas, enredado en las diferencias entre los propios socios de coalición.

De David a Goliat

En las próximas municipales se pondrá a prueba la real fuerza de los llamados “partidos chicos”. ¿Qué posibilidades de irrumpir en la carrera presidencial tendrán? Serán algunas de las respuestas que se comenzarán a dilucidar a partir del lunes 24 de octubre, cuando amanezcan conociendo verdaderamente si su oferta alternativa a los “partidos grandes” rindió o no algún efecto. Algunos creen que será un gran medidor de fuerza observar si bajo este contexto de descrédito de la política estas agrupaciones lograron penetrar en la ciudadanía. Los pronósticos no son muy alentadores, pues varios analistas estiman que el sistema de voto voluntario perjudicará que nuevos actores vayan a votar, en contraste con la alta movilización de la militancia partidaria.

“La ley que fortalece a los partidos políticos otorga nuevas tareas, facultades, atribuciones (...) pero no ha sido publicada y, por lo tanto, no entra en vigencia. Ante ello, el 2016 será un año de implementación gradual de la ley, con controles aleatorios y una verdadera marcha blanca”, dice el presidente del consejo directivo del Servel, Patricio Santamaría.

Distinto ha sido el camino de estos movimientos de cara a estas municipales. Para algunos, ha sido algo más fácil; para otros, casi una tortura. En Chile Vamos, por primera vez competirán tres listas de concejales: RN y la UDI, además del Partido Regionalista Independiente (PRI) y Evolución Política (Evópoli). Este último logró reunir las firmas para conformarse como partido político justo a tiempo, entrando a la competencia desde la institucionalidad. Según comenta su presidente, Felipe Kast, el desafío es marcar presencia en las 15 regiones: “Tenemos dos desafíos importantes. Ser competitivo en la presidencial y llevar candidatos a las parlamentarias, para consolidarnos ojalá con un número de parlamentarios superior a cinco”, explica.

Pero el electorado de centroderecha tendrá más opciones. Esta será la lista independiente que conformará Amplitud con el movimiento liderado por Andrés Velasco, Ciudadanos. Desde Amplitud afirmaron que en Chile Vamos “están asustados por la cantidad de votos que este pacto las va a quitar”. Pero desde este movimiento ya piensan en grande, apuntando a las presidenciales con una primaria que haga competir al ex ministro de Hacienda con la senadora Lily Pérez. De hecho, ambos comenzarán esta semana una gira nacional para apoyar candidatos.

En la Nueva Mayoría la situación se ve más compleja. La Izquierda Ciudadana (IC) y el Movimiento Amplio Social (MAS) aún no encuentran el espacio para entrar a una de las dos listas ya pactadas (PPD-PR-PC versus la del PS-DC) y evalúan formar una tercera lista. El vicepresidente de la IC, Diego Ancalao, reclama que “el partido fue excluido de las dos listas de la Nueva Mayoría debido a que los partidos tradicionales optaron por privilegiar el viejo criterio de la votación y representación histórica cerrando el crecimiento de los nuevos movimientos políticos”.

Bajo ese contexto el espacio de Revolución Democrática (RD) e Izquierda Autónoma (IA) para formar algún pacto en la Nueva Mayoría ya quedó en el olvido. Desde la IA están a la espera de las elecciones internas que harán este fin de semana para elegir la dirección ejecutiva del movimiento, para después de eso analizar el escenario municipal. Mientras que en RD apuestan por la democracia interna para elegir sus candidatos. El principal problema de RD, movimiento de Giorgio Jackson, eso sí, es que no lograron conseguir las firmas para constituirse como partido legal antes de las municipales, un viejo anhelo del movimiento. Es decir, tienen una alta valoración pública (Jackson es el político mejor evaluado de la última CEP), pero no consiguen seducir a una militancia.

“Queremos ocupar la campaña para darnos a conocer. Porque si bien tenemos una buena evaluación de la ciudadanía, aún mucha gente no nos conoce. Aprovechar las municipales para que en comunas y regiones donde todavía no tenemos mucha presencia la gente entienda el proyecto”, explica Sebastián Depolo, coordinador de RD.

Los comicios del 23 de octubre próximo podrían provocar un reordenamiento del mapa político. Un ensayo general de la presidencial y parlamentaria de 2017.

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