Por Qué Pasa Febrero 1, 2016

"Tiempos para la fortaleza". Así se titula la columna publicada este domingo en el diario El Mercurio con la que el ex ministro de Economía, Pablo Longueira, presentó sus descargos y justificó el intercambio de opiniones sobre la ley del royalty minero que sostuvo en 2010, cuando aún era senador, con el ex gerente general de SQM, Patricio Contesse, a través de una serie de correos electrónicos que fueron publicados la semana pasada por revista Qué PasaEstos antecedentes, a manos del Ministerio Público, arrojan claridad sobre la influencia ejercida desde la minera no metálica, cuestionada por financiar irregularmente a dirigentes de oficialismo y oposición, en el Parlamento.

Aunque la columna no entrega detalles sobre la situación de Longueira, quien aclaró que hará uso de su derecho a guardar silencio hasta contar con suficientes antecedentes apara ejercer su defensa, el ex y candidato presidencial de la Alianza remarcó su inocencia y afirmó que detrás de los mensajes siempre existió el ánimo de conciliar la mayor cantidad de perspectivas.

"Pedí conocer todos los puntos de vista, porque creo en el diálogo, y conversé con todos, sin imaginar que años más tarde esa búsqueda de información transversal para lograr consensos sería mirada por algunos como algo sospechoso o indebido", escribió el ex senador, quien además sostuvo que su actuar no fue distinto en la tramitación de otros proyectos, como el Sernac financiero o la ley de pesca.

"Las votaciones abrumadoramente mayoritarias revelan que tras preguntar, recopilar información y recoger opiniones, parlamentarios de izquierda, centro y derecha votamos por lo que estimamos mejor para Chile, y nunca, jamás, para favorecer indebidamente a nadie", agregó.

Además, el ex abanderado de la UDI aseguró que lo que lo motivó a escribir la columna es la preocupación por la gran cantidad de políticos que están siendo escrutados, tanto por la justicia como por la opinión pública. "Me duele ver a la mayor parte de los dirigentes políticos tratados como delincuentes, atacados y escarnecidos. El financiamiento de la actividad política es una de las tareas más ingratas y difíciles que les corresponde realizar a quienes han ejercido liderazgo en los partidos políticos del país", sostuvo. A su juicio, el origen de estos casos estuvo en la debilidad de la ley electoral que fue aprobada durante el gobierno de Ricardo Lagos, en 2003.

Desde hace ya varios meses que Longueira está en la mira del Ministerio Público en el marco del caso SQM. Según antecedentes del propio Servicio de Impuestos Internos, su nombre aparece vinculado con una gran cantidad de personas que boleteaban a la minera no metálica, entre ellas su hijo José Tomás, y  Carmen Luz Valdivieso, una de sus asesoras más cercanas. Estos antecedentes fueron reforzados en el informe que elaboró la firma estadounidense de abogados Shearman & Sterling por encargo del comité ad-hoc de SQM, que busca determinar la responsabilidad de la empresa, donde se determinó la existencia de 24 proveedores ligados al ex ministro de Economía que tienen pagos cuestionados por un total de $ 730.500.000. 

No obstante, el "coronel" ha recibido el respaldo cerrado de su partido. Por ejemplo, el vicepresidente de la UDI, Javier Macaya, intentó bajarle el perfil a los correos y sostuvo que este tipo de intercambios son habituales en el parlamento, mientras que Guillermo Ramírez, secretario general del gremialismo, apuntó a una supuesta intencionalidad tras la revelación de los antecedentes que coincidieron con las primeras formalizaciones del caso Caval.  Varios parlamentarios, entre ellos Felipe Ward, han asegurado que confían en su inocencia. 

Incluso Longueira recibió el apoyo de dirigentes oficialistas, como el senador DC Jorge Pizarro, cuyos hijos también son investigados por recibir en su empresa Ventus, pagos de SQM por asesorías que han sido cuestionadas.

"Es una columna valiente, acertada. Más allá de la situación judicial en que se encuentra, creo que lo que plantea es cierto, es una oportunidad para retomar confianzas", dijo Pizarro a El Mercurio.

Carlos Peña y las pruebas de influencia

Quien no se convenció con las explicaciones de Longueira fue el columnista Carlos Peña, quien respondió al ex senador a través de la misma tribuna, la sección Opinión, ubicada en el Cuerpo A de El Mercurio.

"Pablo Longueira ha explicado su correspondencia con Patricio Contesse como una muestra de su vocación de diálogo. Desgraciadamente, la conducta de su interlocutor permite ensayar otra explicación", comienza la réplica.

De acuerdo a Peña, el negocio de Contesse era reunirse con distintos políticos -desde Longueira hasta Carlos Ominami- con el objetivo de intercambiar el dinero de SQM por influencia o poder sobre el proceso político. Para lograrlo, no es necesario que exista soborno como tal: el sólo hecho de que el político solicita o acepta un "regalo", ya existe un compromiso que no requiere hacerse explícito.

"Dar un regalo es una forma de atar con un lazo invisible al que lo recibe, quien a contar de entonces se verá obligado a reciprocar y a devolverlo", sostiene Peña, citando al sociólogo francés Marcel Mauss, y reflexionando sobre la relación de influencia que hay detrás de todo el asunto.

"Por eso cuando Patricio Contesse parecía sacar la vuelta en reuniones infinitas y comidas que iban desde Longueira a Ominami, y que aparentemente lo distraían de su trabajo más propio, estaba, en realidad, llevando a cabo una actividad que rentaba a SQM más que la más exitosa de las prospecciones mineras", remata Peña.

Relacionados