Por Víctor Hugo Moreno Febrero 4, 2016

"Finalmente vamos a ser evaluados por la capacidad que tengamos de cumplirle a los chilenos y no quepa duda que este Gobierno va a cumplir todos sus compromisos". Esta frase emitida por el ex vocero de gobierno, Álvaro Elizalde el 4 de noviembre de 2014 tras una nueva caída en las encuestas que sufría la presidenta, dan cuenta de un análisis que desde el primer minuto en que Michelle Bachelet arribó por segunda vez a Palacio se elaboró de forma interna: el proceso de reformas sería complejo de llevar a cabo, pero una vez que se apreciaran los frutos, y que los beneficios del programa tocaran a la puerta del ciudadano, el apoyo iba a subir.

Así, el primer gabinete del comité político apostaba a que la tramitación de las reformas- en el primer año la tributaria como protagonista- podría resultar algo traumática, pero que en el fondo, al final del camino se iban a poder ver los beneficios.  Dicho análisis sirvió de escudo para enfrentar la abrupta caída que empezó a sufrir la presidenta y su gobierno, sobre todo en la encuesta mensual de Adimark, y que se comenzó a apreciar con mayor fuerza a partir de enero de 2015, antes incluso que estallara el caso Caval.

Sin Caval sobre la mesa, el gobierno se mantenía en una posición de tranquilidad ante la baja aprobación, asumiendo que había un desgaste por la discusión de la reforma tributaria y el inicio de la reforma educacional. Pero todo ello, iba a dar pie para que en un segundo tiempo, la cosa se comenzara a revertir. Cuestión que comenzó a dar unos atisbos de luminosidad en la encuesta recientemente publicada que presenta dos variables que refuerzan la tesis de La Moneda. Sube en cuatro puntos la aprobación de la presidenta de 24% a 28% y aumenta considerablemente el apoyo de la ministra de educación, Adriana Delpiano, desde 34% a 43%. Ello de la mano de una importante alza en la aprobación hacia la reforma educacional llegando a un 54% de evaluación positiva.

Con ese escenario, pese a primar la cautela en Palacio el análisis es positivo, en torno a que con la aprobación de una de las reformas más emblemáticas y centrales del programa, la educacional,  el respaldo a la gestión se iba a dejar sentir, pues la gente comenzaría a percibir en carne propia el beneficio de la gratuidad.  Y con ello, en el pasado podrían quedar las rencillas que al interior del conglomerado oficialista se produjeron, sobre todo en la discusión inicial de la reforma tributaria. En el Gobierno asumen que hubo problemas al inicio: conflictos internos, dificultades para comunicar y explicar el sentido de las reformas en la etapa legislativa, desorden en los partidos de la Nueva Mayoría y complejidades al momento de llevar a cabo el trabajo pre legislativo.

Todos estos elementos han sido blanco de duras críticas al interior del oficialismo, resumiéndose esta queja en un solo gran concepto: problemas de gestión. En La Moneda están conscientes de estas críticas y han procurado mejorar ello con mayor presencia de ministros en el Congreso, concretando, por ejemplo, almuerzos de trabajo con parlamentarios de la NM antes de iniciar la discusión de los proyectos. Este nuevo modus operandi, a juicio del Ejecutivo, obtuvo buenos resultados al fin del año legislativo que acaba de concluir. Habrá que ver, aún, qué opinarán los siempre díscolos y rebeldes presidentes de partido cuando se abra el fuego a los comités políticos de los días lunes, donde se hacen ver de forma descarnada, a veces, todos los matices de los variopintos partidos que conforman la Nueva Mayoría.

Con todo, en La Moneda no quieren cantar victoria, aún. El análisis actual es que la gratuidad influyó en una mejora de la percepción ciudadana y que este año con la ampliación del llamado, derecho social, la evaluación en las encuestas debiese seguir mejorando. Incluso, en La Moneda no están apurados en que la gratuidad el próximo año vuelva a entrar mediante la glosa presupuestaria y no como resultado de la nueva ley que regulará la educación superior. Lo importante, expresan en Palacio, es que siga la gratuidad su curso y que exista un amplio debate en torno a la ley de educación superior.

Caval, un problema sin resolver

Pese a esto, un tema seguirá estando presente, aún sin saber las dimensiones que pueda continuar teniendo: el caso Caval. A un año de la revelación de Revista Qué Pasa sobre el negocio inmobiliario de la nuera de la mandataria, Natalia Campagnon, el caso sigue dejando esquirlas por los patios del Palacio. Una de ellas la permanencia en el gobierno del administrador de la Presidencia, Cristián Riquelme, quien pese a no estar involucrado judicialmente sí ha demostrado tener conexión con el caso, luego de confesar la reunión que sostuvo en su oficina en La Moneda con el gestor inmobiliario y ex militante de la UDI, Juan Díaz, con quien habló respecto a una deuda que tenía Campagnon con él.

Este caso aún no tiene un capítulo final. Y aún en Palacio, pese a que constantemente monitorean la actividad que presenta, no pueden aventurar posibles mayores nefastas consecuencias. Por ahora, el mensaje oficial seguirá siendo que todo siga radicado en el Ministerio Público, sin presiones y sin prejuicios, como explicaba reiteradamente el ex portavoz, Álvaro Elizalde, ante cada consulta que se le hacía al respecto.

La tesis de La Moneda según los voceros

Álvaro Elizalde 5 junio de 2014

“Nosotros no gobernamos sobre la base de las encuestas, sino que sobre la base de convicciones y nuestro compromiso de trabajar por mejorar la vida de todos, y seguiremos trabajando por llevar adelante la agenda de transformaciones que es valorada por la ciudadanía porque resuelve temas importantes para su vida cotidiana”

Álvaro Elizalde, 4 noviembre 2014

“Finalmente vamos a ser evaluados por la capacidad que tengamos de cumplirle a los chilenos y no quepa duda que este Gobierno va a cumplir todos sus compromisos”.

Álvaro Elizalde  3 de diciembre, 2014

“Sobre las encuestas somos bien claros, siempre estaremos atentos a lo que la gente nos dice y nos dice que debemos seguir trabajando”

Álvaro Elizalde 1 de Abril de 2015

Vamos a hacer evaluados por la capacidad de cumplir nuestros compromisos”

Álvaro Elizalde 6 de mayo 2015

“Nosotros vamos a seguir adelante con todas las materias que mejoran la vida de los chilenos. Cuando se impulsan cambios es igual que cuando se construyen caminos, al principio hay reclamos, pero una vez finalizados todos celebran. Estamos trabajando en base a convicciones y compromisos y eso va a ser valorado por los chilenos”.

Álvaro Elizalde, 7 de agosto 2014

“Las reformas que está impulsando el gobierno experimentan un aumento de aprobación ciudadana y el gobierno seguirá trabajando por sacar adelante las reformas que son necesarias”

 

Álvaro Elizalde, 4 de septiembre 2014

“Los datos indican que tenemos que seguir trabajando y redoblar nuestros esfuerzos por resolver los problemas de los chilenos ¿De qué forma? Cumpliendo todos y cada uno de los compromisos adquiridos con la ciudadanía que se expresan en el programa de Gobierno”

 

Marcelo Diaz, 6 de julio de 2015

“No nos gustan las cifras, pero las miramos con humildad. (…) ¿Qué buscamos?: que la acción del gobierno sea percibida por los ciudadanos como hechos y medidas que cambian du vida para bien, que mejoren el  bienestar de chilenos y chilenas.

Marcelo Diaz 4 agosto 2015

“No le hacemos el quite a la realidad de estas cifras (…)  lo que buscamos es que la mejoría como coalición se traduzca en una mejor comprensión de las reformas”.

Marcelo Diaz, 6 enero 2016

“Siempre tuvimos conciencia que impulsar reformas estructurales era complejo, que generaban ruido, debate. Es una encuesta que miramos con detención, pero no trabajamos en función de las encuestas, pero también tenemos la convicción de que en la medida en que las reformas vayan desplegando sus beneficios, vayan siéndose evidentes de cara a la calidad de vida de los chilenos, también estas pueden mejorar”.

Relacionados