Por David Muñoz y Juan Andrés Quezada Febrero 26, 2016

Problemas por la izquierda

Este lunes Ricardo Lagos reasume sus funciones en su fundación —Democracia y Desarrollo— y retoma su agenda política. A diferencia de años anteriores, este 2016 deberá acotar su agenda internacional y concentrar más sus actividades en Chile. No sólo los candidatos a alcaldes y concejales requerirán su apoyo en los meses de campaña, también deberá conquistar esquivos apoyos partidarios, donde una de sus prioridades es el Partido Comunista.

En los últimos meses dos de sus principales figuras jóvenes —las diputadas Karol Cariola y Camila Vallejo— ya se manifestaron en contra de Lagos. Esto, luego que el tema fuese tratado en un comité central de la colectividad.

“Una candidatura de Lagos no me convoca. En su gobierno hubo una mirada neoliberal”, señaló la diputada por Recolecta en diciembre pasado en La Segunda.

“(Lagos) no es para mí el candidato de la Nueva Mayoría. Él no ha tenido nunca una posición a favor del programa. Nunca”, señaló el pasado 9 de enero la diputada comunista Camila Vallejo en El Mercurio, quien en la misma entrevista dijo que “ME-O daba la posibilidad de ampliar la Nueva Mayoría. No sé cómo va a salir del caso SQM. Creo que eso es un problema grande, lamentablemente”.

Aunque el tema Lagos no está en la tabla del congreso nacional del PCque se realizará el 1 de abril, sí lo está la relación con la DC, partido que cada vez considera más conveniente apoyar al ex mandatario el 2017, tal como lo ya lo expresaron los senadores Jorge Pizarro y Andrés Zaldívar.

El MAS es otra de las colectividades que buscará obstaculizar el regreso de Lagos. Así lo señaló hace unas semanas su secretario general, Fernando Zamorano: “Para nosotros, Lagos no es una carta que proponga algo nuevo o sea interesante para la juventud. Por lo tanto, a nuestro juicio no sería lo ideal. No estaríamos en primera instancia con Ricardo Lagos”.

El senador del PPD Guido Girardi, quien convoca a los sectores más de izquierda de su partido, también observa con resquemor la opción de Lagos, aunque su pragmatismo le impide cerrarse a ella. Por lo pronto, se ha negado a conversar con el ex presidente, cita que se podría concretar en los meses siguientes y que su próximo presidente, Gonzalo Navarrete, ya se encuentra gestionando.

conquistar a los jóvenes

En septiembre del año pasado, el ex presidente Ricardo Lagos había terminado una efusiva y emotiva intervención en una ceremonia de homenaje a la periodista Raquel Correa en el Salón de Honor del ex Congreso en Santiago —donde recordó con mucha audacia la mítica entrevista en la que terminó apuntando con el dedo a Augusto Pinochet— cuando se le acercó un grupo de estudiantes de primer año de Periodismo de la Universidad de Las Américas. Los jóvenes habían escuchado su intervención, pero estaban lejos de compartir el fervor y la admiración de una audiencia mucho más cautiva, que aplaudió a rabiar
su discurso.

“¿Cómo nos interpelaría Raquel Correa a cada uno de los que hemos tenido alguna responsabilidad política respecto de la crisis que está ocurriendo?”, preguntaba el ex presidente, antes de ser abordado por el grupo de jóvenes que traía, precisamente, una interpelación entre manos.

“¿Qué respondería usted sobre el Crédito con Aval del Estado (CAE)? ¿Respalda a su ex ministro Sergio Bitar?”, le preguntaron grabadora en mano e interrumpiendo su paso hacia la salida. Mientras respondía, el ex mandatario no escondió su inquietud por el tono de reproche con que preguntaban los estudiantes.

A poco más de cinco meses del episodio, la distancia entre Lagos y las nuevas generaciones sigue marcada por el recelo y la desconfianza, y sigue siendo profunda, lo que se ha convertido en una verdadera preocupación para quienes promueven su candidatura. Se trata de un tema generacional.

No sólo los segmentos más jóvenes no ven en el ex mandatario un liderazgo que los represente, sino que no confían en él. Así lo reflejan innumerables sondeos de opinión y focus groups, cuyo resultados han llegado a las manos de sus más cercanos colaboradores.

“Lagos es el candidato de los mayores de 55 años, donde llega a marcar un 18%, pero es un personaje político casi desconocido para los menores de 35 años. Esto se hace, a su vez, superimportante porque los jóvenes están más vinculados al mundo independiente, otra de las debilidades de un Lagos muy ligado a la centroizquierda”, dice Roberto Izikson, gerente de comunicaciones de Plaza Pública-Cadem, encuestadora que ha estado midiendo semana a semana a las principales figuras políticas del país.

Una de las ideas que han llegado hasta las oficinas del ex presidente apunta a crear un comité de búsqueda que permita encontrar liderazgos juveniles que puedan arrastrar a las nuevas generaciones detrás del proyecto de futuro que ofrece el ex presidente Lagos.

En su medición Nº100 del 5 de diciembre pasado, Plaza Pública-Cadem preguntó a sus encuestados “¿Quién cree usted que será el político más relevante de 2016?”. Los resultados fueron liderados por el ex presidente Sebastián Piñera (20%), mientras que Lagos quedó en el tercer lugar (11%), detrás de Marco Enríquez-Ominami (15%).

En el desglose por segmento etario, Lagos consigue un bajo reconocimiento entre los 18 y 34 años, con sólo un 5% de las preferencias, mientras que entre los 35 y 54 alcanza un 10%, siendo su grupo más fuerte el de mayores de 55 años, con un 18%.

Estas cifras son muy parecidas a las que manejan por estos días en la directiva del PS, donde en las últimas semanas han medido con encuestas propias a todas sus figuras con proyección presidencial, es decir, además de Lagos, a la presidenta del PS, Isabel Allende, y al agente chileno ante La Haya, José Miguel Insulza.

Según los datos que maneja la dirigencia socialista, Lagos pierde en todas las categorías etarias y de rangos socioeconómicos frente al ex presidente Piñera. Incluso, según estos mismos análisis internos, Allende es mucho más competitiva y penetra de mejor forma en los segmentos más jóvenes.

En el PS atribuyen este fenómeno a la falta de sintonía del proyecto que podría encarnar el ex presidente con lo que demandan los segmentos más jóvenes. El ex mandatario consigue adhesiones entre personas que valoran su capacidad de liderazgo y gestión, atributos que se fortalecen ante la ausencia de estos en el gobierno de Bachelet en esa área, no obstante se trata de un tema que no preocupa a las nuevas generaciones. Los votantes más jóvenes están más abiertos a proyectos de futuro, con agendas de cambios sociales y políticos encarnadas por figuras independientes y desligadas de la tradición partidaria. Incluso, el revival de la mano de Lagos de figuras de la extinta Concertación es anotado por los analistas como un punto en su contra a la hora de cautivar a las nuevas generaciones.

Varias de esas figuras que pululan en el entorno actual de ex presidente buscan fórmulas para revertir este escenario. Una de las ideas que han llegado hasta las oficinas del ex presidente, apunta a crear un comité de búsqueda que permita encontrar liderazgos juveniles que puedan arrastrar a las nuevas generaciones detrás del proyecto de futuro de Lagos. Otros consejeros han planteado al ex mandatario adoptar la épica de figuras como Eduardo Frei Montalva.

Un grupo de dirigentes que hasta hace unos meses veía en el ex presidente Lagos la posibilidad de rearme y de regreso al poder es la alicaída G-90 del PPD. No obstante, tras la salida de Cristián Riquelme de La Moneda y los problemas que enfrenta el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo con su vinculación al caso SQM, se convierte en un escenario muy poco auspicioso para las opciones de Lagos principalmente.

la conversación pendiente

En el PS saben que existe una conversación pendiente desde hace mucho rato. Durante 2015 y según altas fuentes partidarias, el ex presidente Ricardo Lagos le envió varios mensajes, a través de terceras personas, a Isabel Allende. Entre tanta actividad, los mensajes no han tenido respuesta.

La jefa del PS ha optado por concentrarse en dirigir al partido e intentar sostener al gobierno durante la larga crisis política del 2015. En el PS saben que es una materia pendiente entre ambos y, según dicen en el partido, también saben que puede que esa conversación nunca se produzca. Entre Lagos y Allende existe un pacto implícito: ninguno de los dos será obstáculo para el avance del otro hacia una carrera presidencial. Si bien hasta hace unos meses era el ex presidente quien marcaba con mayor fuerza en los sondeos de opinión, la figura de Allende ha ido creciendo en conocimiento y popularidad.

La cifras que manejan en el partido son claras: enfrentados al ex presidente Sebastián Piñera en una eventual segunda vuelta, Allende es más competitiva que Lagos, pues conseguiría vencerlo por casi cuatro puntos de ventaja.

Según estos antecedentes, que están en poder de la directiva socialista, Lagos pierde frente a Piñera por casi cinco puntos, convirtiéndose en el más débil, pues según las mismas cifras del PS, Marco Enríquez-Ominami también vencería al ex presidente de centroderecha.

La cifras que manejan en el PS son claras: enfrentados al ex presidente Piñera en una eventual segunda vuelta, Allende es más competitiva que Lagos, pues conseguiría vencerlo por casi cuatro puntos de ventaja. Lagos, en cambio, pierde frente a Piñera por casi cinco puntos, convirtiéndose en el más débil, pues según las mismas cifras del PS, ME-O también vencería a la carta de la centroderecha.

De todas maneras, el ex mandatario tiene la primera palabra. En el entorno de la senadora por Atacama saben que estas cifras aún no convencen a la jefa del socialismo, quien no quiere dar señales en ningún sentido hacia una candidatura presidencial.

Tal escenario ha puesto nerviosos a sus colaboradores y adherentes en el PS, quienes ya comienzan a ver el reloj en cuenta regresiva, pues mientras en la vereda contraria Piñera tiene trabajando a un ejército de colaboradores desde sus fundaciones, Allende no se atreve a reconocer, aunque sea en privado, que le interesa postularse.

“No es el momento”, ha repetido hasta el cansancio, y ha fijado como plazo el día siguiente de las municipales del próximo 23 de octubre, como para recién tocar el tema. “Lo más probable es que Lagos va a repetir lo que hizo en 2009. Va a dejar su postulación en suspenso y cuando se decida, se va a bajar, y ya va a ser demasiado tarde para que Allende inicie una campaña con expectativas de triunfo. Allende tiene que salir cuanto antes”, dice un dirigente PS cercano a la senadora.

Otro problema para Lagos en el PS es la poca identificación de la militancia con su figura. Hasta ahora, quienes se han mostrado más entusiastas han sido las figuras de la Nueva Izquierda, hasta hace poco corriente interna mayoritaria en el partido. El ex senador Camilo Escalona ha sido el principal promotor de su opción. “Lagos le da seguridad al país”, dijo en revista Qué Pasa en enero pasado, pero dicho apoyo se ha convertido en una pesada mochila para el ex presidente.

Hoy por hoy, la Nueva Izquierda no es la tendencia mayoritaria del PS, lugar que es ocupado por el Tercerismo integrado entre otras figuras por Ricardo Solari, Juan Pablo Letelier y el ex ministro Álvaro Elizalde, entre otros, sector que es aliado de Isabel Allende, junto a otros sectores que conforman el colectivo Nueva Mayoría Socialista que llevó a la senadora a ganar las elecciones internas y presidir el partido. Ese es el escenario en el que Lagos enfrenta una dura competencia interna con Allende, pues desde el propio sector le han enviado mensajes al ex presidente de que debe desmarcarse de Escalona y compañía si quiere tener apoyo.

¿Choque inevitable?

Lo que hace unos meses parecía un choque inevitable, hoy un enfrentamiento entre Lagos y Marco Enríquez-Ominami se ve muy difícil al interior de la Nueva Mayoría. La vinculación de ME-O al escándalo de financiamiento irregular de la política congeló sus acercamientos al bloque oficialista y en ámbitos judiciales no se descarta que prontamente sea formalizado. Su ex jefe de campaña, Cristián Warner, recibió entre 2011 y 2013 pagos por $ 362 millones de SQM-Salar, equivalentes a la emisión de 33 facturas ideológicamente falsas.

Pese a esto, en la Nueva Mayoría no dan por muerto a ME-O y señalan que sigue siendo un factor importante a la hora de que Lagos tome una decisión, ya que el ex diputado socialista podría volver a presentarse por afuera, repitiéndose el escenario del 2009 en que Piñera se impuso a Frei con la ayuda de los votos robados por ME-O a la Concertación.

En el laguismo agregan otro factor: su historia de desencuentros podría derivar en una campaña sucia con reminiscencias a los errores cometidos por su gobierno en Ferrocarriles y el Transantiago, entre otras cosas.

Según cercanos a Enríquez-Ominami para ellos es “genial que Piñera y Lagos se peleen el voto de establishment” y que él levante su discurso rupturista.

la fría relación con Bachelet

“La presidenta despertó de su letargo”. Un dirigente de la Nueva Mayoría dice estar convencido de que desde Caburgua regresó otra Michelle Bachelet el pasado lunes. A un año del duro golpe personal y político que significó el caso Caval, la mandataria volvió dispuesta a poner todo su empeño en recuperar la confianza ciudadana y levantar el tranco de su segundo y definitivo paso por La Moneda. En una semana, la mayoría de sus actividades estuvieron enfocadas en dar a conocer los beneficios de la gratuidad universitaria y la entrada en vigencia de la ley de inclusión escolar, con lo que el objetivo claro es la capitalización de las dos principales reformas educacionales aprobadas hasta ahora. En la Nueva Mayoría reconocen que ese es el camino que debe andar la mandataria para fortalecer el legado de su segundo gobierno y evitar el cuadro que más teme: entregarle por segunda vez la banda presidencial a un representante de la oposición, siendo Piñera nuevamente el que más opciones tiene.

Lagos tiene en Burgos su principal canal de comunicación en Palacio. El problema es que aún no se sabe si el ministro DCseguirá en el gabinete en el mediano plazo, pues es historia conocida que la relación con la mandataria no pasa por uno de sus mejores momentos, sobre todo tras el episodio Riquelme.

Si bien es sabido que la presidenta no mantiene una fluida relación con Lagos, en La Moneda saben que si el ex mandatario se convierte en la figura con más posibilidades de conseguir un segundo gobierno de la Nueva Mayoría, Bachelet no dudará en respaldarlo. De momento, Lagos tiene en el ministro del Interior, Jorge Burgos, su principal canal de comunicación en Palacio. Lagos fue el primero en apoyarlo en privado durante el episodio del viaje a La Araucanía de la mandataria al que no fue invitado. El problema es que aún no se sabe si Burgos seguirá en el gabinete en el mediano plazo, pues es historia conocida que la relación con la mandataria no pasa por uno de sus mejores momentos, sobre todo tras el episodio Riquelme, en el que, dicen, el titular de Interior forzó a la presidenta a pedirle la renuncia al administrador de Palacio.

Además, en el entorno de la presidenta ha molestado el tono con que el ex presidente suele dictar pautas sobre las decisiones a tomar, y la forma en que ha buscado diferenciarse de la actual gestión.

Si bien Bachelet tampoco se caracteriza por tener una relación especial con Isabel Allende, en La Moneda reconocen el potencial de la senadora por Atacama y el hecho de que su sucesión esté en manos de una mujer, hace más atractivo para Bachelet, buscar por ahí a su próximo sucesor.

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