Por Víctor Hugo Moreno y Javier Rodríguez Enero 20, 2016

El rumor comenzó a correr la semana pasada por los pasillos del Congreso, tan pronto como se empezaron a acabar los últimos resabios de la resaca de Año Nuevo. Que la "parejita" se estaba organizando. Que, dados sus buenos resultados en las encuestas, su afinidad política evidente y su pública complicidad, algo iban a hacer. Y los rumores, tan lejos no estaban: desde el año pasado, los movimientos que los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric representan, Revolución Democrática (RD) y la Izquierda Autónoma (IA), respectivamente,  han sostenido informales pero avanzadas conversaciones para formar un nuevo referente político que represente una alternativa a los pactos de la Nueva Mayoría y que capitalice, entre otras cosas, la popularidad y buena evaluación ciudadana de sus líderes.

"Buscamos formar un frente amplio, democrático, que impulse transformaciones. En ese sentido hemos tenido conversaciones con múltiples actores. Con el PRO, en su momento, con el Partido Liberal, Humanista, con la Izquierda Ciudadana y la Autónoma y con el MAS", explica Sebastián Depolo, coordinador nacional de Revolución Democrática, protagonista de estos sondeos iniciales.

Desde el movimiento liderado por Jackson, eso sí, se apuran en aclarar que su primer objetivo es constituirse como partido en la mayor cantidad de regiones antes de las próximas elecciones municipales. Paralelamente organizaron un referéndum virtual para este jueves y viernes, donde sus adherentes deberán aprobar la estrategia municipal planteada por el comité político. Luego, comenzarán a impulsar pre candidatos que, esperan, compitan en primarias abiertas, replicando el modelo que catapultó a Josefa Errázuriz a la alcaldía de Providencia.

"De todas formas, aún no definimos si iremos en una lista con una persona, un partido, dos partidos o iremos solos", aclara Depolo sobre la estrategia municipal. Desde el movimiento, además, confirman que su directiva tiene agendada una reunión con la Izquierda Autónoma para la próxima semana.

Para Jackson, por ahora, lo que siempre fue un anhelo, se encamina pausadamente hacia convertirse en una realidad: formar un frente amplio de izquierda con miras a los desafíos de 2017, con la perspectiva de levantar una buena planilla de candidatos al Parlamento, aprovechando el espacio que dará el nuevo sistema electoral, así como atreverse a levantar una opción presidencial, para medir fuerzas con las coaliciones imperantes.

REQUISITOS AUTÓNOMOS

La IA, movimiento liderado por Boric, realizó el pasado fin de semana una asamblea nacional en el Colegio Confederación Suiza en Santiago, a la que asistieron casi la totalidad de sus miembros donde, el tema principal a discutir, fue la proyección del movimiento para este año.

En medio del debate ideológico y programático, se sacaron varias conclusiones. Entre varias definiciones, los autonomistas se plantearon una pregunta que definirá sus existencia: ¿Hacia dónde queremos llegar?

La pregunta, encontró algunas respuestas que se aprobaron en la declaración final de la asamblea. La principal y, quizás, más urgente: la necesidad de generar un frente amplio con una política de alianzas con movimientos o partidos afines que salvaguarden dos requisitos fundamentales: que sus aliados sean "autónomos de los poderes empresariales" y también de los "poderes emanados de la vieja Concertación" de la que tanto reniegan. "Creemos que el 2015 fue el año de la crisis de legitimidad de la política y el 2016 tiene que ser el de la irrupción de nuevas fuerzas que sean capaces de conducir el clamor de la sociedad por más democracia", dice Gabriel Boric.

La idea, afirman desde el movimiento es conformar un frente amplio de izquierda, donde consideran como compañeros ideales a Revolución Democrática, a humanistas, ecologistas, al movimiento estudiantil de la UNE, y también la Izquierda Ciudadana, el MAS y, aunque con ciertas dudas luego de la explosión del caso SQM, el PRO.

Eso sí, para la IA hay ciertas exigencias mínimas para conformar una alianza política con el objetivo de levantar una opción presidencial para el 2017. Por ejemplo, en el caso de RD, piden que estos “definan claramente su dirección política”. Esto debido a que algunos de sus miembros están aún trabajando en el gobierno, como el caso de Miguel Crispi en el Mineduc. Este dato es clave para el movimiento de Boric, dado que la reforma educacional, a juicio de la agrupación, se terminó desvirtuando de su esencia original. En el caso de la Izquierda Ciudadana y el MAS las diferencias son más complejas: la condición que imponen es que ambos partidos salgan de la Nueva Mayoría. Con el PRO existe la cautela lógica debido a las investigaciones en curso contra Marco Enríquez-Ominani.

"Izquierda Autónoma por sí solo no basta para enfrentar el avance de quienes han heredado la conducción e instalación de la política post Dictadura. Para disputar esos espacios, es fundamental aliarse con otros actores. Esas discusiones están en estado germinal aún; sin embargo, tenemos la sensación de que comienzan a sumarse actores que creen en una construcción de fuerza nueva por fuera de la Nueva Mayoría y sus financistas; si comparten nuestro horizonte, sería irresponsable no dialogar con ellos e intentar una acción coordinada", explica Boric.

Los comandados por Boric afirman que sus esfuerzos son a largo plazo y que  no están centrados en las elecciones municipales de este año, donde sólo piensan competir en Magallanes y Valparaíso con alcaldes y concejales, sino que derechamente miran hacia La Moneda. Saben que es poco probable que logren tener entre sus filas al próximo presidente de Chile, pero también tienen claro que pueden conseguir un porcentaje de votos importante como para contrarrestar la fuerza de las dos grandes coaliciones, lo que les puede dar manija para imponerse como actor relevante en una eventual segunda vuelta presidencial.

En la IA, de hecho, ven con buenos ojos el nombre del ex líder sindical de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC,) Cristián Cuevas, quien renunció a la militancia comunista y hoy se encuentra ligado a la fundación Crecer. Su figura gusta debido a su experiencia en organismos sindicales y sociales que el movimiento, pretende atraer. Cuevas, además, creen que podría incentivar a que militantes comunistas desencantados dejen la coalición y se acerquen al movimiento de Boric.

NO A RICARDO LAGOS, SÍ A CRISTIÁN CUEVAS

Por otro lado en la Izquierda Ciudadana (IC) también se ha iniciado un debate interno respecto al futuro del movimiento dentro de la Nueva Mayoría. En el partido liderado por el diputado Sergio Aguiló, de hecho, iniciaron una profunda reflexión sobre el futuro. En ese sentido, en la IC están convencidos de que el camino es una alianza  con Revolución Democrática, la Izquierda Autónoma, el MAS y el PRO, aunque ello les cueste la expulsión de la Nueva Mayoría. Aguiló no ha tenido empacho en decir que, por ejemplo, si Ricardo Lagos se convirtiera en el candidato del oficialismo, probablemente ellos dejarían la Nueva Mayoría. Por eso al partido liderado por Aguiló le urge comenzar con las negociaciones antes de que se definan los cupos a las municipales, para que así los partidos grandes no le pasen por encima.

“Existen facciones de la IC, sobre todo los miembros más jóvenes, que están dialogando informalmente con movimientos como Revolución Democrática y la Izquierda Autónoma. Y veo con buenos ojos estos acercamientos, que se basan en encontrar lugares comunes que apunten a temas ciudadanos y más afines a movimientos sociales con el fin de levantar un movimiento de fuerte base social”, explica Aguiló.

El parlamentario agrega que dentro de ese debate aparece el tema presidencial, pero que aún no hay nombres definidos. A él le agrada la opción de Cristián Cuevas a quien considera “un líder sindical de gran envergadura y prestigio”. Pero al ser consultado sobre un nombre que ha comenzado a circular en movimientos ciudadanos y de izquierda, como el cura Felipe Berríos, si bien se muestra sorprendido, no esconde su entusiasmo. “Berríos es una gran persona, a quien admiro profundamente. Sería, ciertamente un gran nombre a tener en cuenta”, afirma.

A propósito de dicha opción, consultado Berríos descarta de plano la posibilidad. "Lo único que falta es que me pongan en la terna para reemplazar a Sampaoli. Hablaron de que sonaba como candidato a rector de la Universidad Alberto Hurtado, de capellán de La Moneda. Yo soy sacerdote, para eso hay laicos excelentes en la política. A los curas no nos corresponde meternos en la política partidista", dice riendo.

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